Los drones ayudan a detectar una plaga de procesionaria del pino en bosques del Berguedà
La procesionaria del pino es la responsable de que pinares cercanos a l’Espunyola (Berguedà) muestren un aspecto desolador. Como se ve en las imágenes obtenidas con dron por el investigador del CREAF y del CTFC Lluís Brotons, los pinos han perdido casi todas sus hojas, debido a la gran cantidad de orugas que hay.
Las altas temperaturas registradas durante el otoño y el inicio de este invierno han hecho que hayan sobrevivido muchas más orugas de lo habitual. Es durante las tres primeras fases de su desarrollo cuando las larvas del insecto son más sensibles al frío. Como este octubre y noviembre han sido excepcionalmente cálidos —de hecho todo 2015 lo ha sido, como recientemente anunciaba NOAA—, la supervivencia de las orugas ha sido muy alta. Esto, inevitablemente, ha hecho que lleguen al último estadio, el 5º, muchas más de lo habitual. Esta es la etapa del ciclo en la que la procesionaria es más voraz y por lo tanto cuando se producen las defoliaciones más intensas.
Asimismo, se ha detectado que las temperaturas tan elevadas han ayudado a que el ciclo de esta especie se avance considerablemente. Ya hace meses que hay una gran cantidad de los característicos bolsones blancos en los árboles, y las procesiones comenzaron a verse en diciembre, bastante antes de lo que sería normal.
Todo esto ha hecho que el bosque muestre este aspecto y que los árboles aparentemente estén muertos, aunque seguramente no sea así. La procesionaria del pino sólo se come las hojas verdes, y muy raramente devora la yemas cerradas que darán las nuevas hojas esta próxima primavera. Por tanto, es probable que los árboles vean comprometido su crecimiento, pero que vuelvan a sacar las hojas en los próximos meses.
Dos años seguidos en la misma zona
Ya hace meses que hay una gran cantidad de los característicos bolsones blancos en los árboles, y las procesiones comenzaron a verse en diciembre, bastante antes de lo que sería normal.
La grave afectación que muestran estos pinos responde, además, a que la plaga de procesionaria ya había sido importante en esta zona en años anteriores. Un hecho bastante inusual, ya que cuando este insecto ataca un bosque de manera masiva suele dejar pasar un tiempo hasta que vuelve, principalmente porque no tiene mucho alimento los siguientes años.
Éste es un factor importante a tener en cuenta, ya que puede incidir de forma decisiva en la supervivencia de los pinos. Según un estudio dirigido por Rodolfo Hernández, del Servicio Provincial de Medio Ambiente de Teruel, la mortalidad de los árboles aumentará si estos episodios masivos de procesionaria se repiten y se combinan con periodos continuados de sequía. Esto provoca que los pinos estén previamente debilitados y sean más vulnerables a parásitos y enfermedades. Por lo tanto, los efectos definitivos de esta plaga tan importante de procesionaria se verán en los próximos años.
Éste caso es un buen ejemplo de cómo los drones se introducen en el mundo de la ecología, ya que permiten observar el ecosistema desde escalas a las que hasta ahora no se tenía acceso. Gracias a esta nueva herramienta se pueden detectar singularidades que se escapan de las imágenes de satélite y desde la vista que se puede tener a pie de tierra.
¿Qué es la procesionaria del pino?
La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es una mariposa muy conocida porque cuando está en fase de oruga se come las hojas de los pinos. Hace unas bolsas blancas muy visibles y características al final del otoño, y durante las últimas semanas del invierno forma auténticas procesiones de orugas que bajan de los árboles para enterrarse.