Se presenta en la COP29 una batería de propuestas de acción política en clave mediterránea contra la crisis climática
Las cuestiones clave en juego y las recomendaciones de acción política ante la crisis climática que afecta a la zona euro mediterránea son el eje de un informe presentado hoy en la COP29, por parte de un grupo de más de 25 centros de investigación y ‘think tanks’ de 10 países la zona, la MATTCCh (Mediterranean Alliance of Think Tanks on Climate Change). El documento incluye como prioridades la ambición en la financiación climática; impulsar las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) (especialmente vinculadas a la agricultura), canjear deuda por naturaleza, reducir emisiones de gases de efecto invernadero para toda la economía para 2035, una transición energética decidida y coordinada orientada a aumentar la resiliencia, así como normas sólidas, una gobernanza transparente y salvaguardas sociales y ambientales para los mercados de carbono.
La Med Alliance of Think Tanks on Climate Change es una red de organizaciones de conocimiento e investigación de toda la región mediterránea, a la que pertenece el CREAF, que en julio de 2024 solicitó que el nuevo Comisario para el Mediterráneo de la Comisión Europea tuviera en cuenta el cambio climático como una prioridad. Se puso en marcha en la 3ª MedCOP en Tánger en 2023 y cuenta con el apoyo de la Union for the Mediterranean (UpM) y la European Climate Foundation (ECF) del Norte de África y Turquía.
Propuestas concretas para el Mediterráneo
Propuestas concretas para el Mediterráneo
Las prioridades y resultados deseados desde la perspectiva mediterránea de acuerdo con la propuesta de la alianza MATTCCh se concretan en los siguientes apartados:
1/ Ambición en la financiación climática
Se deben contemplar subobjetivos temáticos (adaptación, mitigación y pérdidas y daños) y niveles para proveer y movilizar recursos económicos por parte de los países desarrollados. Así se garantiza evitar las deficiencias de los 100.000 millones de dólares, en particular en lo que respecta a la falta de equilibrio temático y claridad sobre la calidad de los instrumentos financieros movilizados. Además, el proceso del NCQG debe alinearse con otras líneas de trabajo temáticas, incluido el Global Goal on Adaptation (GGA), para permitir su plena implementación y sus metas.
2/ Ampliar la financiación de proyectos de Soluciones Basadas en la Naturaleza
Desarrollar estrategias para movilizar capital privado hacia las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) mediante la creación de mecanismos de reducción de riesgos, como esquemas de asociación público-privada. Esto también debería incluir bonos de naturaleza, modelos de financiación combinada e incentivos para que los inversores privados apoyen las SBN, especialmente en el Mediterráneo, cuyos ecosistemas son los principales candidatos para estas inversiones.
3/ Soluciones Basadas en la Naturaleza y agricultura
La agroforestería y/o la agroecología son vías para garantizar que los pequeños agricultores, la mayoría en la región Mediterránea, estén incluidos en los objetivos de financiación y los medios de implementación.
4/ Canjes de deuda por naturaleza
Esta acción permitiría abordar el limitado espacio fiscal de los países del sur del Mediterráneo. Podría incluir financiamiento en condiciones concesionales y apoyo basado en subvenciones a estos países, asegurando que tengan los recursos necesarios para implementar proyectos de Soluciones Basadas en la Naturaleza a gran escala sin presionar su carga de deuda existente.
5/ Coordinación alineada con el Acuerdo de París
La región mediterránea necesita esfuerzos diplomáticos que promuevan un objetivo regional común de 1 TW (Iniciativa TERAMed que se propone desplegar un millón de megavatios de potencia renovable en el Mediterráneo para 2030), para aumentar la resiliencia económica e impulsar la competitividad en un mundo de bajas emisiones de carbono. En concreto, las Nationally Determined Contributions (NDC) de próxima generación deben incluir objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para toda la economía para 2035 y objetivos más ambiciosos para 2030 en línea con la limitación del aumento de la temperatura a 1,5 °C y priorizar acciones coherentes con el Balance Mundial. Una transición energética fallida, incompleta o descoordinada en la región mediterránea conlleva, en primer lugar y sobre todo, costos sociales y económicos para los países mediterráneos y la resiliencia de sus sociedades.
6/ Mercados de carbono de la ONU
Este es un tema al que no se llegó a acuerdo en anteriores cumbres mundiales. Nuestra expectativa en Bakú es que las partes aseguren que los mercados de carbono del Artículo 6 del Acuerdo de París (tanto 6.2 como 6.4) se rijan por normas sólidas, una gobernanza transparente y salvaguardas sociales y ambientales.
7/ Financiación adicional para pérdidas y daños
Es necesaria una financiación nueva y adicional, ya que las promesas actuales al Fondo son inadecuadas e insuficientes para satisfacer las necesidades de los países en desarrollo y solo cubrirán los costos operativos. Se necesitan objetivos más sustanciales para permitir que el Fondo esté activo a principios de 2025. De manera similar, hay que garantizar que los países en desarrollo accedan a asistencia técnica.
De izquierda a derecha, Alicia Pérez-Porro de CREAF (España), Giulia Giordano de ECCO Climate (Italia) y Bengisu Özenç de Sefia (Turquía) han presentado el informe orientado a la acción política en nombre de la red MATTCCh en la COP29. Imagen: CREAF
Áreas críticas para la región mediterránea
Áreas críticas para la región mediterránea
Las propuestas de acción política se elaboran a partir de identificar 5 grandes aspectos en juego en la COP29 vinculados al clima de la región euro mediterránea según MATTCCh. La alianza de centros reúne a especialistas en ciencia, economía, politología, sociología y comunicación del sur y norte de la región euro mediterránea. Se trata de los siguientes:
1/ Nuevos compromisos climáticos nacionales
Los países deben anunciar sus contribuciones determinadas a nivel nacional (Nationally Determined Contributions), en febrero de 2025 y antes de la COP30 de Brasil. Estas promesas impulsarán los esfuerzos colectivos del mundo para abordar el cambio climático en consonancia con el Acuerdo de París.
Las energías renovables ofrecen una oportunidad para abordar los desafíos comunes que enfrentan los países de toda la región Mediterránea. Al aprovechar su vasto potencial renovable, especialmente en energía solar y eólica, que se estima que supera los 3000 GW, la región mediterránea puede reducir significativamente la dependencia de los combustibles fósiles, lo que reforzará la cooperación regional, la resiliencia económica y la estabilidad social.
2/ Un enfoque regional unificado para la descarbonización
Debería apuntar a fortalecer la cooperación internacional y aumentar los esfuerzos diplomáticos en la región mediterránea para mejorar la cooperación institucional, incrementar la financiación pública y privada, coordinar esfuerzos para abordar los obstáculos de financiación local, y definir una visión común de los combustibles bajos en carbono como complemento de la electrificación y la eficiencia.
3/ Nuevo Objetivo Cuantificado Colectivo sobre financiación climática
En la COP29, las Partes establecerán el New Collective Quantified Goal on Climate Finance (NCQG), cuyo debate se centra en la cuantía de la nueva meta de financiación climática. Los países desarrollados afirman que lograr un objetivo cuantificado sólido que responda a las necesidades requiere ampliar la base de contribuyentes, sin embargo, basándose en el principio de la responsabilidad compartida entre las partes, los países en desarrollo rechazan este enfoque, citando el artículo 9.1 del Acuerdo de París. El NCQG debe estructurarse en torno a submetas temáticas (para mitigación, adaptación y pérdidas y daños). El progreso en la implementación del Artículo 2.1c se ha estancado por la falta de un entendimiento compartido sobre el alcance de la financiación climática, cómo debe medirse y cómo se dividirán las responsabilidades entre los países y los actores privados.
4/ Normas rectoras para los mercados de carbono
Dado que en la COP28 no se llega a ningún resultado sobre el Artículo 6, la CMA enfrenta una gran presión para llegar a un acuerdo en la COP29. Persisten las divisiones en cuanto a la claridad, transparencia y salvaguardas sociales y ambientales con respecto a la autorización de enfoques cooperativos y Resultados de Mitigación Transferidos Internacionalmente (ITMO).
5/ Informe de pérdidas y daños
Se espera que las Partes revisen los avances desde el primer año operativo del fondo y prioricen la firma de acuerdos de contribución para movilizar los fondos prometidos. Como referencia, solo Japón ha depositado sus fondos prometidos por ahora. La secuencia es importante, ya que los acuerdos de administración fiduciaria y de país anfitrión del Banco Mundial deben formalizarse antes de firmar los contratos.
Quien forma parte de la Med Alliance of Think Tanks on Climate Change:
Algunos de los miembros de MATTCCh son Arab Reform Initiative (Jordania), CREAF (España), ECCO Climate (Italia), Euro-Med Economists Association (España), European Centre for Development Policy Management (Bruselas), Ember energy (global), E3G (Europa, Reino Unido, EE. UU.), IMAL (Marruecos), Natural Resource Governance Institute (África, América Latina, Reino Unido, EE. UU.), Real Instituto Elcano (España), Regional Center for Renewable Energy and Energy Efficiency (Egipto), Sustainable Economics and Finance Association (Turquía), The Economic Policy Research Foundation of Turkey (Turquía) y ZERO (Portugal), entre otros.