David Aguadé explica su tesis sobre mortalidad por sequía en pino albar
Han pasado ya varios días desde aquel 22 de febrero, cuando David Aguadé presentó su tesis ante el tribunal y el público asistente. Lo suficiente como para que ya se sienta más relajado y tranquilo, y haya tenido tiempo de desconectar de un trabajo que le ha mantenido ocupado durante casi los cinco últimos años.
David ya lleva media vida formando parte del CREAF. Ha trabajado con Bernat Claramunt, y sobre todo con los directores de su tesis: Jordi Martínez Vilalta y Rafa Poyatos. Pero el Dr. Aguadé conoce tan bien el CREAF como el bosque de pino albar y encinas —"cada vez más encina y menos pino albar", puntualiza— de las montañas de Prades donde ha pasado buena parte del doctorado. Allí, en el Barranc del Tillar, hay una de las poblaciones más meridionales de toda Europa de pino albar. Pero en este bosque está viendo que la falta recurrente de agua de los últimos años está disminuyendo la población de esta especie de pino, que va quedando sustituida por la encina.
Los pronósticos no son muy favorables, "no hay repoblación de pino albar, todo el nuevo sotobosque es encina, más resistente a la sequía”.
Explica David que su tesis complementa el que Núria Garcia Forner había simulado en los invernaderos: "yo he estudiado en el campo por qué mecanismo la sequía acaba matando el pino rojo". Inicialmente contemplaban dos opciones: que los pinos agotaran sus reservas de carbono, o que sufrieran embolias en sus tejidos de transporte del agua. "Hemos visto que en los pinos que han perdido las hojas por culpa de la sequía la inanición es lo que les acaba matando. Al no tener hojas no pueden hacer la fotosíntesis, proceso que les proporciona el carbono necesario para vivir". En cambio, los pinos más resistentes y que han conservado las hojas no sufren tanto esta falta de reservas y pueden seguir haciendo frente a la falta de agua.
"Lo que le suceda a esta población debido al cambio climático nos puede dar una idea de qué les puede pasar a las situadas más al norte, por eso escogimos esta zona". Y los pronósticos no son muy favorables, "no hay repoblación de pino albar, todo el nuevo sotobosque es encina, más resistente a la sequía". Esto significa que dentro de unas décadas donde había habido un pinar habrá un encinar.
Hemos visto que en los pinos que han perdido las hojas por culpa de la sequía la inanición es lo que les acaba matando.
Con la presentación final de su tesis, David Aguadé cierra una etapa que no tiene muy claro hacia donde le dirigirá. "Es lo que me pregunta todo el mundo. ¿Y ahora qué? A mí me gustaría seguir en el mundo de la ciencia y de la investigación, pero de qué manera, no lo sé ". Una de las opciones que contempla, incluso yéndose fuera de Cataluña, es la de seguir con un posdoctorado, "pero tal vez en dos años me encuentre en la misma situación que ahora, no es una profesión muy estable en sus inicios". La otra opción, y que confirma que hoy por hoy es la que le apetece más, es la de trabajar como técnico en diferentes proyectos, "donde hay más trabajo de campo y donde tocas un poco de todo".
Sea como sea, David seguirá vinculado a la ciencia y los bosques. Y evidentemente al CREAF, donde durante todos estos años se ha movido tan bien como por su bosque de pino albar y cada vez más encinas.
TESIS
Aguadé D. (2017). “Understanding the physiological mechanisms of drought-induced decline in Scots pine (Pinus sylvestris L.)”. Universitat Autònoma de Barcelona. Codirectors: Jordi Martínez-Vilalta i Rafael Poyatos López.