El avance de la oruga del boj se modera pese a haber afectado ya a casi 200.000 hectáreas en Catalunya

La oruga del boj es una especie exótica invasora de polilla que se alimenta de las hojas de boj (Buxus sempervirens). Proviene de Asia y desde su entrada en Catalunya en 2014 por Olot se ha ido expandiendo rápidamente arrasando los bojes del territorio. Sin embargo, este año empieza a observarse un frenazo en esta dispersión.

En 2023 los bojes afectados aumentaron tan sólo un 4% respecto a 2022; en comparación con los últimos años que había llegado a aumentar un 37%.

Los datos recogidos por el Departamento de Acción Climática indican que en 2023 aumentaron los bojes afectados tan sólo un 4% respecto a 2022; en comparación con los últimos años que había llegado a aumentar un 37%. Las comarcas en las que siguen aumentando los casos son principalmente el Berguedà y el Solsonès. Desde el CREAF, hacemos seguimiento con el proyecto de ciencia ciudadana Alerta Forestal para evaluar el estado de los bosques ante esta problemática. Durante el mes de julio hacemos un llamamiento a la ciudadanía para que nos ayuden a detectar el impacto de la oruga del boj, ya que ésta es la época en la que sus efectos son más visibles, después de la primavera. Cualquier persona puede participar, sólo hace falta enviar una foto de la zona afectada y la ciencia hará el resto!

El mapa de conquista 

Desde 2014, esta especie exótica originaria de Asia ha invadido muchos bosques con boj del territorio con un ritmo de expansión impactante, llegando a defoliar en menos de 10 años una tercera parte de los bojes de Cataluña. Afortunadamente, la oruga avanza ahora ya lentamente por las comarcas del Berguedà y el Solsonès hacia el oeste de Catalunya, dejando las regiones orientales de estas dos comarcas severamente afectadas. En la región este del Berguedà, la especie se ha consolidado y las afectaciones han sido muy severas. En el Solsonès la especie sigue avanzando y las afectaciones más graves se observan también en el tercio oriental.

Aun así, hay buenas noticias: en La Terra Alta la oruga del boj retrocede y desaparece de la comarca después de aparecer por primera vez el año anterior. También ha desaparecido de la Segarra. Además, Anoia, Alt Penedès, Garraf y Priorat, a pesar de ser comarcas que han tenido afectaciones en los últimos años, ahora se estabilizan y mantienen el mismo grado de afectación. Lo mismo ocurre con los casos de la Val d'Aran. Sin embargo, también hay malas noticias: en el Baix Penedès, el Baix Camp y el Montsià, empeoran las afectaciones.

¿Cómo se combate la oruga del boj?

Una vez que una especie exótica se establece y se considera invasora, es muy difícil hacerla retroceder. En el caso de la oruga se han puesto en marcha tratamientos biológicos de control con una bacteria (Bacillus thuringiensis) que han tenido bastante éxito en zonas muy acotadas. Sin embargo, este tipo de intervenciones no son viables a gran escala y suelen emplearse para salvar y evitar la desaparición de bojes singulares, de gran valor natural o muy viejos. Además, no son métodos selectivos y afectan a otras especies de fauna y flora en las que se ha aplicado el control.

Los bojes son arbustos muy resistentes con capacidad de rebrotar y sacar de nuevo las hojas necesarias para su supervivencia. Sin embargo, el debilitamiento repetido que van sufriendo estas plantas puede llegar a provocar su muerte. La protección de esta especie autóctona no es sólo relevante por motivos ecológicos, sino también por razones culturales. La relación de las personas con el boj durante la historia ha enriquecido nuestra cultura y la conservación de esta especie es también preservar nuestra relación histórica con la naturaleza que nos rodea.

¿Nos ayudas a detectar la oruga del boj?

Desde la llegada de la oruga del boj en Catalunya el excursionismo y otros sectores asiduos en el bosque han alertado del impacto de esta especie invasora sobre los bojes de nuestros bosques. Ya hace unos años que AlertaForestal, un proyecto de ciencia ciudadana del CREAF, recoge estas observaciones voluntarias para realizar el seguimiento científico de la salud forestal de los bosques de Catalunya.