15/07/2020 Noticia

La red actual de áreas marinas protegidas no asegura el futuro de los tiburones y rayas del Mediterráneo

Responsable de comunicación social

Verónica Couto Antelo

Técnica de Comunicación del CREAF desde 2016. Apasionada del mundo natural y su divulgación. Bióloga (UB), máster en comunicación científica (BSM-UPF) y estudiante Humanidades (UOC).
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Muchas especies de tiburones y rayas se encuentran en peligro de extinción en las aguas mediterráneas. Por este motivo, un estudio en el que ha participado Laura Cardador del CREAF revisa su estado de conservación y recomienda que se amplíen los espacios protegidos donde viven.

Las áreas protegidas son espacios naturales que necesitan conservarse especialmente, por ejemplo porque contienen fauna y flora vulnerables, y donde se regula la actividad humana. En el caso de las áreas marinas esto está fuertemente relacionado con la pesca, ya que sus malas prácticas provocan la pérdida de mucha biodiversidad marina. Es el caso del grupo que engloba tiburones y rayas, los elasmobranquios, que está en claro declive.

Habría que ampliar la superficie protegida de Tabarca-Cabo de Palos (frente a Murcia y Alicante) y el sistema de cañones submarinos del golfo de León.

Un estudio reciente, liderado por el Institut de Ciències del Mar, se centra en este grupo de peces y revisa cómo de efectiva está siendo su conservación a través de las áreas marinas protegidas. También ha identificado cuáles de estas áreas son más prioritarias: "Habría que ampliar la superficie protegida de Tabarca-Cabo de Palos (frente a Murcia y Alicante) y el sistema de cañones submarinos del golfo de León, porque son zonas óptimas para la conservación de los elasmobranquios, pues las frecuentan diversas especies y las diferentes actividades humanas a gestionar aquí implicarían un menor coste", según Joan Giménez, el primer autor.

"Para determinar qué hábitats y áreas del Mediterráneo son más favorables para los tiburones y las rayas, y por lo tanto necesitan de especial atención, se realizaron una serie de modelos estadísticos. Fueron el punto de partida", explica Laura Cardador, investigadora del CREAF.

En esta publicación también han participado el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y de la Universidad de Queensland (Australia). Podéis leer más al respecto en el artículo divulgativo que ha publicado el ICM en su web.

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