La región boreal se calienta 3 veces más rápido que el resto del planeta y peligra su valor como reservorio de carbono y garante de la biodiversidad
Las olas de calor están provocando un rápido aumento de la temperatura en toda la región boreal, el bioma más grande del planeta, y ponen en peligro sus bosques, que constituyen un tercio de la superficie forestal del mundo. La amenaza que representa el cambio climático para el bosque boreal reside en que limita su capacidad de absorber dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera y, por lo tanto, reduce el carácter de sumidero de carbono de un área que es un reservorio global esencial. El bioma se extiende por América del Norte y Eurasia. Las regiones boreales –incluido el norte de Mongolia donde se ha realizado un reciente estudio– se han calentado de dos a tres veces más rápido que el resto del planeta, una realidad que se prevé que continúe acelerándose durante este siglo.
El impacto de las temperaturas extremadamente altas en el bosque boreal se trata a fondo en el artículo científico ‘Approaching a thermal tipping point in the Eurasian boreal forest at its southern margin’, publicado recientemente en la revista Communications Earth & Environment, del que Mukund Rao es el autor principal, en colaboración con Laia Andreu-Hayles, ambos investigadores del CREAF.
El bosque boreal es un cinturón verde homogéneo que almacena aproximadamente un tercio de las 450 gigatoneladas de carbono terrestre y tiene un valor inmenso como garante de la biodiversidad.
El bosque boreal es un cinturón verde homogéneo que almacena aproximadamente un tercio de las 450 gigatoneladas de carbono terrestre y tiene un valor inmenso como garante de la biodiversidad. El trabajo científico prevé que en 2050, y en un contexto de altas emisiones de CO₂, las olas de calor elevarán drásticamente el termómetro en el margen sur de la selva boreal euroasiática, en periodos que podrían durar entre 2 y 3 días por encima del rango de tolerancia térmica de las especies vegetales de la región. La situación es trascendente, porque la región boreal de Eurasia determina significativamente el porcentaje de CO₂ en la atmósfera mundial y, en consecuencia, la temperatura global.
“La pérdida de bosque boreal puede provocar que se liberen hasta 52 gigatoneladas de carbono a la atmósfera, exacerbando el calentamiento global”
MUKUND RAO, investigador del CREAF y primer autor del estudio.
Además, los bosques boreales brindan servicios importantes, como hábitat de pastoreo y madera, que también se verán amenazados.
Punto de no retorno climático
La muerte de los bosques boreales constituye lo que se denomina un punto de inflexión en el sistema de la Tierra. Esto significa que, una vez superado un umbral crítico por el aumento de la temperatura, una pequeña perturbación puede cambiar de forma drástica e irreversible una situación concreta. Otros ejemplos de puntos de inflexión son la desaparición del Amazonas, el deshielo de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental, y la desaparición de los arrecifes de coral de bajas latitudes.
Cuando los termómetros marcan entre 40 y 50 ºC, las hojas de los árboles pueden perder la capacidad de realizar la fotosíntesis, porque se descomponen los complejos proteicos que la facilitan. En estas condiciones les es imposible asimilar el dióxido de carbono. Aunque 40 o 50 °C parezca una temperatura muy elevada, hay que tener en cuenta que en el verano de 2023 el sur de Europa ha superado los 40 °C y además que la temperatura de las hojas suele estar por encima de la temperatura del aire entre 5 y 20 °C.
A finales del siglo XXI es posible que los bosques boreales del margen sur experimenten una considerable mortalidad debido a las olas de calor. Afectarán al Alerce Siberiano, que constituye el 30% de la biomasa forestal euroasiática y el 80% de la biomasa mongola.
Según el estudio liderado por el CREAF, a finales del siglo XXI es posible que los bosques boreales del margen sur (área de Mongolia) mueran debido al creciente impacto de las olas de calor asociadas al cambio climático. La situación afectará básicamente al Alerce Siberiano (Larix sibirica) de la región, especie que representa el 30% de la biomasa forestal euroasiática y el 80% de la biomasa mongola. El resultado evidente será la pérdida del bosque, cuya superficie será ocupada por estepas herbáceas, de forma gradual y en escalas de 50 a 100 años. Este margen de tiempo (entre días y años) es más breve que el que se ha previsto en el sexto informe de evaluación del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), cuya previsión de la mortalidad forestal y posterior transición del ecosistema en pastizales es relativamente lenta y se cuantifica décadas y siglos.
El artículo científico apunta al control de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y la gestión territorial local como acciones clave en este contexto.Según Mukund Rao y Laia Andreu-Hayles, "la acción más importante es reducir las emisiones de dióxido de carbono. Y, en segundo lugar, impulsar estudios ecofisiológicos similares en otras regiones del bosque boreal para caracterizar mejor su vulnerabilidad".
Referencia:
Rao, M.P., Davi, N.K., Magney, T.S., Andreu-Hayles, L. et al. Approaching a thermal tipping point in the Eurasian boreal forest at its southern margin. Commun Earth Environ 4, 247 (2023). https://doi.org/10.1038/s43247-023-00910-6