MountResilience
Acelerando la adaptación climática transformadora para una mayor resiliencia en las regiones de montaña de Europa
Algunas de las señales más visibles del cambio climático provienen de zonas de montaña, como el rápido deshielo de los glaciares, junto con la extinción de especies vegetales, fenómenos meteorológicos extremos, precipitaciones cambiantes, inundaciones, disminución de la calidad del agua, disminución de la disponibilidad de los recursos hídricos y olas de calor, situando las montañas en la primera línea del cambio climático. A causa del alto impacto sobre los riesgos naturales, los recursos hídricos y la nieve, la fauna y la vegetación, las regiones de montaña concentran las vulnerabilidades en sistemas comunitarios clave, como por ejemplo la agricultura, la biodiversidad, la energía, la movilidad, el turismo y el agua. Los cambios en estos territorios también tienen un fuerte efecto en los ecosistemas de los valles de las llanuras inundables, afectando negativamente el suministro de agua, la productividad agrícola, el turismo y los sectores sanitarios. Los sistemas montañosos presentan un terreno complicado que se altera drásticamente en distancias relativamente cortas, con una variedad de influencias climáticas a varias elevaciones. Esta dependencia afecta los bienes y servicios que proporcionan las montañas e implica una necesidad urgente de intervenciones relacionadas con el clima, incluidas medidas efectivas de adaptación en el cambio climático y nuevas soluciones innovadoras que puedan ayudar a prepararse y ajustarse a los efectos irreversibles del cambio climático, a la vez que aprovechar las oportunidades que puedan surgir de la alteración climática. Hay que destacar que, a pesar de que las regiones montañosas europeas varían mucho en cuanto a la medida y el desarrollo socioeconómico, se enfrentan a retos comunes y comparten necesidades comunes (por ejemplo, riesgos climáticos similares, despoblación, conectividad digital deficiente, acceso difícil a los servicios básicos, distancia de los centros urbanos), actualmente exacerbado también por los efectos duraderos de la pandemia de la COVID-19. Estos puntos en común requieren soluciones de adaptación sistémica que se puedan compartir y transferir fácilmente entre las regiones a la vez que permiten la personalización a las características específicas de la región (socioeconómicas, geográficas, ambientales, climáticas,...).
El objetivo de MountResilience es sonar apoyo en las regiones y comunidades europeas situadas en las zonas montañosas para aumentar su capacidad de adaptación al cambio climático y su transición hacia una sociedad resiliente al clima mediante el desarrollo, prueba y ampliación de varios niveles, soluciones innovadoras de adaptaciones al cambio climático multidimensionales y re-aplicables en sus entornos regionales y locales.
MountResilience llevará a cabo 6 pilotos en 6 países diferentes, que seràn replicados en 4 países europeos, entre ellos Cataluña.