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Gestión forestal focalizada en la mitigación, integral y basada en la ciencia, hecha operativa para Europa
El cambio climático supone un reto global tanto para la salud de los bosques, como para los bienes y servicios ecosistémicos que ofrecen a la sociedad. Una gestión forestal adaptativa al cambio climático puede hacer mas resistente la estructura de los bosques frente a las condiciones más áridas de los próximos años, incrementando la salud de los bosques. En este proyecto se estudiarán, en estrecha colaboración con los gestores forestales, diferentes itinerarios de gestión forestal por toda Europa, mayoritariamente utilizando modelos de simulación basados en procesos.
El objetivo principal de este proyecto es el desarrollo y testeo de estrategias de gestión forestal adaptativa al cambio climático para toda Europa, basadas en diferentes objetivos de gestión.
El cambio climático plantea, a nivel global, una amenaza tanto para la salud de los bosques como para su provisión de bienes y servicios ecosistémicos a la sociedad. La gestión forestal adaptativa al cambio climático pueden potencialmente resultar en una estructura forestal más resistente a las condiciones más áridas esperadas para los próximos años. Esto aumentará la salud de los bosques y preservará los bienes y servicios que los bosques ofrecen a la sociedad. En este proyecto se estudiarán diferentes estrategias de gestión forestal en toda Europa para adaptar la estructura de los bosques europeos al cambio climático. Esto se hará en estrecha colaboración con los gestores forestales locales.
Para ello, se utilizarán diferentes modelos de simulación forestal basados en procesos (entre ellos el modelo GOTILWA+, desarrollado en el CREAF) para simular el crecimiento forestal bajo diferentes combinaciones de clima y escenarios de gestión prediseñados. Esta simulación se llevará a cabo en un conjunto preseleccionado de parcelas forestales bien caracterizadas en diferentes países europeos, con el fin de utilizarlas como casos de estudio para transferir el conocimiento adquirido a los gestores forestales locales. Los diferentes itinerarios de gestión serán evaluados en base a diferentes índices, calculados a partir características estructurales de la masa forestal, la vitalidad del bosque, y de los flujos de C y agua resultantes tras la gestión.