Más de 15.000 científicos firman un aviso muy serio hacia la humanidad sobre la salud del planeta

Será la segunda advertencia a la humanidad de que si no se cambian nuestros hábitos y nuestras políticas la Tierra sufrirá daños serios e irreversibles. 22 científicos del CREAF han firmado el artículo y nos dan sus mensajes.

Hace veinticinco años, la "Union of Concerned Scientists" y 1.500 científicos independientes –muchos ganadores del Premio Nobel de ciencias–, firmaron lo que fue el primer manifiesto ‘World Scientists Warning to Humanity’.

Todos ellos reclamaron a la humanidad que frenase la destrucción ambiental. En su manifiesto, mostraban que la actividad humana estaba en confrontación con la preservación de la naturaleza. Expresaron su preocupación acerca de la destrucción de la capa de ozono, la disponibilidad de agua dulce, el colapso de la pesca marina, el incremento de zonas muertas en los océanos, la pérdida de masa forestal, la destrucción de la biodiversidad, el cambio climático y el crecimiento continuado de la población.

25 años más tarde miramos hacia atrás y parece que la humanidad ha fracasado, estos retos ambientales no sólo no se han resuelto, si no que algunos han empeorado.

Por ello, esta semana, 15.372 científicos de 184 países han publicado una  segunda advertencia mundial. En esta advertencia se pone especial énfasis en el cambio climático. Los humanos hemos aumentado la emisión de  gases de efecto invernadero, principalmente quemando combustibles fósiles, deforestando y produciendo alimentos (sobretodo carne). Además, hemos desatado una extinción masiva de especies, la sexta en unos 540 millones de años.

Según los expertos, el motivo de este fracaso empieza con nuestro crecimiento permanente, basado en un consumismo desproporcionado y un aumento descontrolado de la población mundial.

Por ello, llaman a reflexionar y a cambiar nuestros comportamientos individuales, "limitando nuestra propia reproducción y disminuyendo nuestro consumo de combustibles fósiles, carne y otros recursos".

Por otro lado, todos coinciden en que las transiciones hacia la sostenibilidad se pueden producir de diferentes maneras, pero todas requieren presión de la sociedad civil y argumentaciones basadas en evidencias, liderazgo político, políticas adecuadas, mercados y otras consideraciones.

Los medios de comunicación y  los ciudadanos tienen que insistir a nuestros gobiernos para que tomen medidas inmediatas.

Sin embargo, no todo son malas noticias. "La rápida disminución global de las sustancias que destruyen la capa de ozono muestra que podemos hacer cambios positivos cuando actuamos con decisión". Destacan también los avances en la reducción de la pobreza extrema y el hambre y la disminución de las tasas de fecundidad en muchas regiones gracias a las inversiones en la educación de niñas y mujeres, a través de iniciativas como World Bank y Population Division.

En su manifiesto, los autores describen los pasos que se podrían tomar para revertir las tendencias negativas. Algunas de ellos serían la declaración de reservas terrestres y marinas protegidas, el cambio a una alimentación basada en vegetales, reducir el desperdicio de alimentos, evitar la extinción de las especies salvajes o promover las energías renovables.

Que las generaciones futuras puedan disfrutar de nuestro planeta depende de nosotros.

"No hay que discutir más si nosotros, los humanos, estamos causando el cambio climático. Los datos del documento lo muestran claramente: sí, lo estamos haciendo y sí, estamos explotando recursos de nuestro planeta como si fueran ilimitados. Simplemente damos por sentado el aire limpio que respiramos, la taza de comida que ponemos en nuestras mesas todos los días, el mar en el que nos bañamos durante el verano, el bosque al que nos gusta ir de excursión a disfrutar de los colores del otoño. Que la generación futura pueda vivir en un planeta mejor, el único (hasta donde sabemos) con una gran biodiversidad, depende de nuestras elecciones. No nos hagamos más preguntas, necesitamos acciones", Rossella Guerrieri, investigadora Marie Curie en el CREAF.

El cambio climático es real y hay que transmitírselo con urgencia a la sociedad

   "Veinticinco años de rigurosa ciencia tan solo nos han dejado más y más evidencias de que el cambio climático es real, pero hemos fallado en transmitir nuestro conocimiento a la sociedad. Nos urge poner en práctica la teoría: divulgación, educación, concienciación. ¡Aún estamos a tiempo!", Marta Camino, investigadora post-doctoral del CREAF.

Vivimos la crisis ecológica con demasiada normalidad

   “Necesitamos avisos de alerta como estos porqué devuelven el sentido de urgencia a la crisis ecológica que vivimos con demasiada normalidad, pero que pide que emprendamos de una vez respuestas socio económicas en múltiples niveles”, Maria Vives, investigadora pre-doctoral en el CREAF.

La sociedad humana tiene que ser compatible con el mantenimiento de los ecosistemas

   "Nuestro mundo necesita una reflexión conjunta para llegar a una nueva manera de entender la sociedad humana que sea compatible con el mantenimiento de unos ecosistemas funcionales y diversos. Esta nueva manera no puede estar centrada prioritariamente en el crecimiento de la economía y el consumo de recursos naturales", Lluís Brotons, investigador del CSIC en el CREAF.

Aún podemos ser recordados como la generación que salvó nuestro planeta

  “Desde 1992, la humanidad ha fracasado en realizar suficientes progresos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG), detener la deforestación y las pérdidas de biodiversidad. Nuestra generación tiene ahora una última oportunidad para ser recordada como la que finalmente tomó las medidas necesarias para salvaguardar nuestro planeta”, Sara Marañon, investigadora Marie Curie en el CREAF.

La voz de los científicos no se traduce aún en acciones reales

   "La naturaleza sigue siendo un producto de consumo y la voz de los científicos aún no llega a traducirse en las acciones reales necesarias para conservarla”, Ifigenia Urbina, investigadora pre-doctoral CREAF.

Sí, aún podemos rectificar y frenar este cambio!

  “El reconocimiento de los enormes problemas ambientales que está produciendo nuestra civilización no es nuevo, pero, ahora tenemos información más importante, tenemos ejemplos de nuestra capacidad para rectificar, al menos en cierta medida; por esto, podemos decir: sí, lo podemos hacer!”, Paco Lloret, investigador del UAB en el CREAF.

Hay que poner énfasis en buscar y aplicar soluciones 

   "Ante la llamada de los 15000 científicos, es claro que es necesaria una reacción gubernamental y que hay que invertir mas en la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. Sin embargo,  a menudo hay  un problema de poca disponibilidad de recursos económicos en la mayoría de gobiernos para invertir en conservación, un factor clave es la elevada deuda de los gobiernos.  Según el FMI  la deuda pública, la de los hogares y la de las empresas no financieras ha alcanzado los 152 trillones de dólares, lo que representa un 225% del PIB mundial y supone su nivel máximo histórico. Por lo tanto, hay que considerar como obtener recursos económicos para financiar la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático en este escenario de deuda gubernamental global sin fiscalizar mas las clases medias, cuya capacidad económica se ha visto ya reducida.  Existen,  por lo menos, dos estrategias que podrían generar un consenso internacional y ser efectivas. Primero, ante los 22 millones de desplazados de este año por el cambio global (informe OXFAM 2017), es insoslayable y no se debe retrasar más  la aplicación global de tasas de carbono de manera coordinada o unilateral por parte de los gobiernos (20-50 $ por tonelada de carbono). Segundo, hay abundantes recursos financieros no fiscalizados en el sistema internacional. Se estiman 11 trillones de dólares en los paraísos fiscales sobre un PIB global de 70 trillones que escapan a la fiscalidad. Los gobiernos deberían coordinarse y fiscalizar urgentemente el sistema financiero internacional  de manera contundente, urgente y insoslayable para obtener recursos financieros", Jofre Carnicer, investigador de la UB en el CREAF.