El caso del declive de la megafauna global
A raíz de la advertencia de 15.000 científicos acerca de la salud del planeta, el investigador del CREAF Jofre Carnicer profundiza sobre el alarmante ritmo al que los grandes mamíferos están desapareciendo por culpa de la acción de los humanos.
El cambio ambiental que estamos provocando los seres humanos alrededor del planeta está afectando la biodiversidad a diferentes niveles. Uno de los impactos que más preocupa es el de las tendencias muy negativas en los mamíferos de gran tamaño, un fenómeno que se conoce como la extinción de la megafauna.
Estos mamíferos de gran tamaño cumplen funciones clave en los ecosistemas, como el transporte a larga distancia de nutrientes, la regulación de la dispersión y germinación de plantas y el régimen de incendios. La megafauna es, en consecuencia, un elemento necesario e imprescindible para el buen funcionamiento de los ecosistemas y la estamos eliminando globalmente.
La megafauna es un elemento necesario e imprescindible para el buen funcionamiento de los ecosistemas y la estamos eliminando globalmente.
Algunos datos generales del declive de la megafauna son muy indicativos. Por ejemplo, la población de elefantes mundial es hoy en día menor a los 500.000 individuos. Sin embargo, se matan anualmente alrededor de 20.000 individuos por el comercio ilegal, y en consecuencia se ha reducido la población en más de 100.000 individuos en los últimos diez años. Esto genera un riesgo de extinción muy alto en unas pocas décadas. De manera similar, actualmente la población mundial de rinocerontes es de alrededor de 30.000 individuos, un 5% del tamaño poblacional respecto a hace cuatro décadas. A pesar de esta situación, alrededor de 1.000 individuos son cazados ilegalmente cada año, y eso puede llevar a estas especies de megafauna a la extinción en un periodo muy breve (décadas). En el mar, se estima que hemos reducido la biomasa de ballenas, otro componente clave de la megafauna, en un 85%, lo que altera las redes tróficas y la circulación de nutrientes globalmente en los mares.
Aunque hay múltiples iniciativas en marcha, esta cifra global de inversión sugiere una cierta inacción y falta de reacción de los gobiernos ante un problema que es muy grave y compromete el futuro de la biosfera.
Según los informes de UNEP y la Interpol, los ejecutores de estos impactos y tráficos ilícitos de biodiversidad son grandes redes muy organizadas de comercio ilegal, que mueven alrededor de 258.000 millones de dólares, una cifra equivalente a una cuarta parte del PIB de España. El tráfico ilegal de biodiversidad, las maderas tropicales y la pesca ilegal son el cuarto negocio ilícito internacional en volumen monetario (por detrás del tráfico de drogas, de productos falsificados y de las redes de tráfico ilegal de seres humanos). A pesar de este volumen de tráfico, sin embargo, globalmente se invierte solo entre 30 y 40 millones de dólares anualmente en combatir estas redes internacionales. Aunque hay múltiples iniciativas en marcha, esta cifra global de inversión sugiere una cierta inacción y falta de reacción de los gobiernos ante un problema que es muy grave y compromete el futuro de la biosfera.
Jofre Carnicer es investigador del CREAF, y está centrado en el campo de la ecología evolutiva. Sus investigaciones abarcan el estudio de los procesos ecoevolutivos en gradientes geográficos de diversidad, las redes de interacción planta-animal, y los impactos del cambio global en los ecosistemas forestales mediterráneos.