Por qué la Ley de restauración de la naturaleza puede llegar a revertir la relación entre medio ambiente y sociedad
Europa aprueba la primera Ley de restauración de la naturaleza (LRN) en los 70 años de historia de la Unión Europea, un texto con importantes aspiraciones, que pone sobre la mesa un auténtico cambio de paradigma en cuanto a restauración ecológica. Varias voces científicas del CREAF implicadas en restauración de ecosistemas terrestres y en informar políticas públicas valoran muy positivamente esta Ley, destacan su oportunidad y urgencia, si bien muestran cierta cautela sobre su evolución. Los próximos pasos son ahora que los 27 Estados miembros de la UE elaboren su propio plan de acción e implementación, para cumplir el horizonte de haber restaurado el 20% de ecosistemas terrestres y marinos degradados en 2030, el 60% en 2040 y el 90% en 2050.
La ciencia de la restauración del suelo
¿Qué dice la investigación especializada en restauración ecológica de los suelos degradados?
En palabras del grupo de investigación del CREAF especializado en restauración de suelos e integrado por Vicenç Carabassa Closa, Xavier Domene Casadesús y Sara Marañón Jimenez, la Ley es ambiciosa "el mero hecho de aplicarla a es un cambio de paradigma en la restauración ecológica que impactará, incluso, en la relación entre la naturaleza y la sociedad". Y profundizan en la idea que “para lograr este nuevo escenario son necesarios cambios profundos y estructurales en la sociedad que, por otra parte, son totalmente necesarios para afrontar la crisis climática y global que vivimos y que afecta especialmente a la salud de nuestros suelos”.
Otros aspectos que el grupo de investigación valora sobre la Ley:
Es necesario un incremento considerable del presupuesto destinado a implementar la Ley, tanto por parte de los Estados, como de la propia Comisión Europea y de las empresas privadas responsables de la degradación.
La Ley establece la obligatoriedad de fijar un sistema de seguimiento de la calidad de los suelos, en línea con la propuesta de la Directiva de monitorización del suelo. Nos parece imprescindible para garantizar el éxito de los proyectos de restauración”
SARA MARAÑÓN JIMÉNEZ, investigadora del grupo de restauraión de suelos del CREAF
Mantener zonas ya recuperadas, una novedad
A tener en cuenta la obligación fijada por la ley sobre mantener las zonas restauradas. Éste ha sido uno de los puntos débiles de los proyectos de restauración ejecutados hasta la fecha, que a menudo no contemplan un seguimiento y mantenimiento a medio plazo, lo que deriva en que se deterioren muchos espacios restaurados. También es relevante trasladar esta obligación fuera de espacios protegidos.
Además, la Ley establece la obligatoriedad de fijar un sistema de seguimiento de la calidad de los suelos, en línea con la propuesta de la Directiva de monitorización del suelo. Nos parece imprescindible para garantizar el éxito de los proyectos de restauración.
Es esencial la obligación que establece la Ley de incrementar las reservas de carbono orgánico en suelos minerales de tierras de cultivo, para impulsar la agricultura regenerativa y la fertilización orgánica.
La obligación de incrementar las reservas de carbono orgánico en suelos minerales de tierras de cultivo, para impulsar la agricultura regenerativa y la fertilización orgánica, es también esencial. Este incremento también se fija de forma indirecta en suelos forestales, para mejorar la gestión de los bosques. Y es especialmente relevante en proyectos de restauración de suelos altamente degradados, que se puede implementar mediante tecnosoles que incorporen enmiendas orgánicas.
La voz científica sobre la biodiversidad
¿Cuál es el pulso de la ciencia orientada a preservar la biodiversidad?
Algunas de las voces del CREAF especializadas en biodiversidad y también implicadas en informar la elaboración de políticas públicas están integradas por los investigadores Lluís Brotons, Sergi Herrando Vila y Daniel Villero Pi, entre otros. Lo primero que destacan como científicos es la clara voluntad de la Comisión Europea de detener e invertir la pérdida de biodiversidad. Resaltan que para restaurar la naturaleza en Europa es necesaria una perspectiva a largo plazo y que la Unión se posiciona con esta Ley con unos calendarios con objetivos concretos que también deben contribuir a los objetivos globales de conservación de la biodiversidad.
Para restaurar la naturaleza es necesaria una perspectiva a largo plazo y Europa no puede permitirse más retrasos dada la actual crisis mundial.
Seguimiento e indicadores
Algunos de los indicadores de la ley que destacamos son los de la superficie de hábitats restaurados y el Índice de Mariposas en los Pastos, que ya están desarrollados o son de fácil implantación, como el seguimiento de mariposas CBMS en Cataluña, o los de recuperación forestal, por lo que todavía habría que estandarizar algunos parámetros. En cuanto a los ecosistemas marinos, la LRN apunta que es necesario definir indicadores de referencia para favorecer su aplicación. En todo caso, la Ley obliga a los Estados miembros a realizar el seguimiento y producir estos indicadores.
"Destacamos los indicadores de la superficie de hábitats restaurados y el Índice de Mariposas en los Pastos, que ya están desarrollados o son de fácil implantación. Y los de recuperación forestal, por lo que todavía habría que estandarizar algunos parámetros”
SERGI HERRANDO VILA, investigador especializado en biodiversidad del CREAF
Uno de los elementos innovadores, estrechamente vinculado a los indicadores, son los objetivos concretos que adopta la Ley. A modo de ejemplo, estipula la necesidad de incrementar un 10% los valores del indicador de pájaros agrícolas en 2030 en aquellos Estados miembros que tengan poblaciones de estas especies con valores claramente inferiores a los de años anteriores, o que las áreas urbanas no pueden perder espacios verdes a nivel nacional.
La valoración de la ciencia de los bosques y el cambio climático
¿Qué valoración hace la ciencia centrada en ecosistemas forestales?
"La Ley de restauración de la naturaleza que se ha aprobado constata la necesidad de actuar en todos los ecosistemas, no sólo terrestres, dada la degradación a la que estamos llevando la Biosfera", apunta el investigador del CREAF Santiago Sabaté Jorba. Asimismo, insiste en hasta qué punto es "muy relevante" haberla aprobado y en tomar conciencia de que la restauración necesita tiempo.
"La Ley que se ha aprobado constata la necesidad de actuar en todos los ecosistemas, no sólo terrestres, dada la degradación a la que estamos llevando la Biosfera"
SANTIAGO SABATÉ JORBA, investigador especializado en ecosistemas forestales del CREAF
Colaboración
El hecho de que se facilite la participación de distintos actores para ganar efectividad al implementar la Ley es otro aspecto que destaca Sabaté. “Por eso, en la práctica habrá que ver cómo avanza la aplicación. La economía todavía utiliza los recursos en un mundo finito como infinito y por eso no coincide con lo que necesita la Biosfera,... si queremos que sea agradable habitarla”.
Un primer paso
“La Ley sirve para poner el hilo en la aguja. En el contexto en que nos encontramos, todavía en transición climática, con un clima que está cambiando rápidamente y donde el problema de degradación de los ecosistemas es evidente, es necesario disponer de un marco de referencia para poner topes en la degradación. La ley debería ayudar en esa dirección. Debemos ver cómo se aplica y cómo se hace efectiva”.
Desde la diplomacia científica
¿Qué opina la voz científica que apoya e informa la elaboración de políticas públicas?
Pensar a largo plazo, garantizar un futuro más allá de las próximas elecciones y entender que la naturaleza tiene otros tiempos. Éstas son las claves de Alicia Pérez-Porro, coordinadora científica del CREAF y especialista en diplomacia científica, al valorar a primera vista la Ley de restauración de la naturaleza.
Pensar en grande
La Ley “propone dejar atrás las políticas de corto plazo, no sólo para restaurar el 20% de los ecosistemas y hábitats en 2030, sino también para disponer de una normativa que promueva políticas complementarias a los objetivos, para hacer frente a los efectos negativos del cambio climático”, apunta Pérez-Porro.
"La ciencia ha informado ampliamente la Ley de restauración de la naturaleza desde los primeros borradores y también está apoyada por el activismo científico"
ALICIA PÉREZ-PORRO, coordinadora científica especializada en diplomacia científica del CREAF
La ciencia y la Ley de restauración de la naturaleza
Uno de los ejes para Alicia Pérez-Porro es que la reciente aprobada normativa "está ampliamente informada por la ciencia, desde que empezó como un borrador, y también está apoyada por el activismo científico". Y apunta que "los científicos y las científicas estamos saliendo de nuestros laboratorios y nos estamos mojando y aportando nuestro apoyo".
Compromisos globales
"También es una ley necesaria para poder cumplir objetivos internacionales, como el Global Biodiversity Framework (GBF)”, recuerda la coordinadora científica del CREAF. Y añade que “pensar a largo plazo siempre es un cambio de paradigma, especialmente porque los ciclos políticos son cortos, y aquí es donde siempre radica la dificultad. Pero realmente estamos en un punto en el que ya tenemos encima los efectos de la crisis ambiental múltiple y debemos poder garantizar un futuro que va más allá de las próximas elecciones, porque la naturaleza tiene otros tempos”.