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Prioridades climáticas y energéticas para el Comisionado europeo para el Mediterráneo

Comunicación y Relaciones Internacionales

Adriana Clivillé Morató

Periodista con experiencia heterogénea en iniciativas de divulgación sobre cambio climático, biodiversidad, sostenibilidad, energías renovables, tecnología, territorio y su gestión con criterios ambientales. He trabajado para universidades, centros de investigación
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La flamante red de think tanks y centros de investigación Med Alliance of Think Tanks en Climate Change (MATTCCh) hace pública una carta para proponer al Parlamento europeo que el cambio climático sea prioritario en la agenda del nuevo Comisionado para el Mediterráneo. En el anuncio que la presidenta Ursula Von der Leyen hizo al ganar por segunda vez las elecciones europeas en julio de 2024, manifestó que incorpora esta posición a su equipo, centrada en inversiones y asociaciones, estabilidad económica, empleo, energía, seguridad y migración.

La red de 25 centros de 10 países MATTCCh solicita que el nuevo Comisionado europeo para el Mediterráneo tenga en cuenta los profundos impactos del cambio climático en la seguridad, el comercio, la sociedad y las finanzas de la región. 

La alianza MATTCCh pide al Parlamento europeo que el mandato del Comisionado europeo para el Mediterráneo no pase por alto los profundos impactos sociales, financieros, comerciales y de seguridad que el cambio climático supone en la región. Y recuerda que la zona se calienta un 20% por encima de la media mundial y que sus precipitaciones se reducen un 12% para un calentamiento global de 3°C, de acuerdo a los modelos climáticos que aporta la ciencia.

El impulso climático y el momento también son especialmente oportunos, ya que el ciclo político europeo que inicia la presidenta Von der Leyen está cerca de la COP29 y de la actualización de las Nationally Determined Contributions (NDC). El grupo de voces científicas y especializadas pide al nuevo Comisariado que fomente el diálogo con los países del sur de la región y que avance en objetivos climáticos ambiciosos, como vías también de garantizar el Pacto Verde Europeo y el objetivo de neutralidad climática de la Unión Europea en 2050 de forma justa e inclusiva. El texto también insiste en la importancia de la financiación climática internacional y la alineación de los flujos financieros con los objetivos climáticos. Y sugiere a la UE que forje una nueva gobernanza del liderazgo climático más distribuida.

Fomentar el diálogo con los países del sur del Mediterráneo y avanzar en objetivos climáticos ambiciosos, entre muchísimas de las sugerencias que se realizan al nuevo Comisionado europeo para el Mediterráneo.

El CREAF ha intervenido activamente en elaborar esta petición, como integrante de la red MATTCCh desde su reciente creación, en mayo de 2024. El objetivo fundacional de esta red de 25 centros de 10 países distintos es abordar los desafíos climáticos de la región mediterránea, fomentar la investigación, impulsar políticas públicas informadas por la ciencia, e influir en la agenda de desarrollo socioeconómico de la región.

Contenido íntegro de la carta

El anuncio del nombramiento de un Comisionado para el Mediterráneo y de un nuevo Pacto para el Mediterráneo puede ayudar a dar forma a un enfoque más estratégico y co-creativo para la Vecindad Sur, en consonancia con las prioridades actuales de la Comisión Europea en materia de seguridad, competitividad industrial verde y estabilidad económica para la UE, que tienen en cuenta las expectativas de los países del Sur del Mediterráneo.

La creación de las condiciones para una región euro mediterránea resiliente al cambio climático, integrada y basada en energías renovables, que abarque las dos orillas del Mediterráneo, puede impulsar la competitividad industrial regional de toda la UE, crear una columna vertebral para la diversificación económica y ser un modelo para un enfoque europeo renovado de las asociaciones internacionales.

El mandato del Comisionado para el Mediterráneo no puede pasar por alto los profundos impactos sociales, financieros, comerciales y de seguridad del cambio climático en la región mediterránea, un foco de cambio climático, que se calienta más rápidamente que la media mundial -los modelos climáticos proyectan sistemáticamente un calentamiento regional a tasas de alrededor del 20% por encima de la media mundial y una reducción de las precipitaciones (-12% para un calentamiento global de 3 °C). Los impactos climáticos directos e indirectos afectan a la estabilidad y la prosperidad futura de los países del sur del Mediterráneo. La respuesta de la UE determinará si su vecindad meridional plantea riesgos de seguridad y conflicto o puede proporcionar estabilidad geopolítica, y si los impactos climáticos crearán flujos migratorios forzados o si el crecimiento económico verde puede, en cambio, crear nuevos empleos e impulsar la resiliencia macroeconómica. Si bien una transición incompleta, fallida o injusta plantea desafíos existenciales a la UE, un enfoque equitativo puede abrir nuevas oportunidades para ambas orillas del Mediterráneo.

La Med Alliance of Think Tanks en Climate Change (MATTCCh), una red de expertos y think tanks de toda la región mediterránea, recomienda que la agenda del nuevo Comisionado para el Mediterráneo incorpore las siguientes directrices y prioridades:

1. Establecer asociaciones energéticas mutuamente beneficiosas con los países del sur del Mediterráneo

La cooperación en energías renovables y limpias puede contribuir a mejorar la estabilidad y la situación socioeconómica de la región. El nuevo rumbo de la diplomacia energética con los países del sur del Mediterráneo debería dar prioridad a la creación de valor local, el crecimiento sostenible, el comercio y la cooperación industrial ecológica. Recomendamos:

  • Cambiar el foco de la diplomacia energética hacia los países del sur del Mediterráneo, desde el suministro de combustibles fósiles a la cooperación en materia de energía renovable. La energía renovable ofrece una fuente fiable para las crecientes necesidades energéticas, protección contra la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y una oportunidad para impulsar una industria fuerte y cadenas de suministro limpias en todo el Mediterráneo. La región mediterránea es un lugar ideal para la energía solar y eólica, pero el potencial de despliegue de energía renovable está en gran medida sin explotar, en particular en la costa sur. La ciencia ha defendido desde hace tiempo la electrificación de la economía mediante un amplio despliegue de energía renovable para reducir las emisiones de dióxido de carbono y mitigar el cambio climático.
  • Adoptar un enfoque de transición energética a escala regional. La transformación hacia un sistema energético euro mediterráneo limpio, flexible, fiable y seguro debería poner de relieve el papel de los proyectos de infraestructura transfronterizos y priorizar la eficiencia energética, el almacenamiento y la conectividad a la red. Estos elementos son fundamentales para acelerar el despliegue de energías renovables y cumplir el objetivo acordado a alcance mundial de triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética para 2030.
  • Facilitar y acelerar la creación de un entorno industrial limpio para fomentar asociaciones beneficiosas para todos que puedan aumentar los beneficios socioeconómicos de toda la región mediterránea. Implantar energías renovables e industrialización ecológica son una vía para conseguir empleos estables, tanto en Europa como en los países del sur del Mediterráneo.
  • Apoyar la diversificación energética y el desarrollo industrial ecológico de los países productores de combustibles fósiles, como medida para fomentar su transición gradual hacia el abandono de estos combustibles. A raíz de la crisis energética, los países del sur y el este del Mediterráneo han ganado importancia como proveedores de combustibles fósiles de la UE. Sin embargo, la UE prevé reducir su demanda de gas un 53 % en 2030 y un 85 % en 2050, lo que significa que la búsqueda a corto plazo de nuevos proveedores de gas les deja vulnerables a largo plazo. Las previsiones de demanda energética europea de combustibles fósiles a corto, medio y largo plazo debe comunicarse mejor para permitir que los países productores planifiquen estrategias económicas diversificadas y con tiempo.
  • Mejorar la adecuación de los instrumentos y herramientas financieros (Global Gateway, IVDCI, Iniciativas del Equipo Europa) a las nuevas prioridades de descarbonización, reorientar los flujos financieros y mejorar las condiciones de mercado para las energías renovables, la eficiencia energética, el almacenamiento de energía y la infraestructura de la red. Para intensificar estos esfuerzos, la Comisión debería promover la coordinación de los agentes nacionales, regionales y multilaterales para aumentar el acceso a la financiación y atraer la inversión privada.

2. Una estrategia de adaptación regional es fundamental para preparar la región mediterránea para el futuro

La cooperación en materia de resiliencia y medidas de adaptación debe desempeñar un papel en la definición de un nuevo enfoque estratégico hacia la vecindad meridional. Los países euromediterráneos comparten vulnerabilidades similares ante el cambio climático, pero no el mismo nivel de preparación ante los riesgos. Recomendamos: 

  • El Comisionado para el Mediterráneo debe apoyar y trabajar en pos de una gobernanza regional coordinada para implementar estrategias, planes y objetivos de adaptación en toda la región, teniendo en cuenta los diferentes puntos de partida, necesidades y prioridades. Los enfoques sistémicos de adaptación deben consolidar la dimensión internacional de la Estrategia de Adaptación de la UE, colaborando activamente con los gobiernos y las organizaciones internacionales y fortaleciendo el papel de la Unión para el Mediterráneo.
  • La Unión Europea debe apoyar a los países mediterráneos en el desarrollo y la implementación de sus Nationally Determined Contributions (CDN), así como de los Planes Nacionales de Adaptación (PNA) como herramientas estratégicas para que los países más frágiles reciban apoyo financiero en contextos multilaterales adecuados. Una CDN, acompañada de un PNA y una estrategia de descarbonización a largo plazo, proporciona una brújula para comprender plenamente las necesidades y las trayectorias de desarrollo de cada país, reorientando eficazmente las herramientas de cooperación y teniendo en cuenta los impactos climáticos.
  • Las medidas de adaptación y resiliencia tienen resultados económicos y sociales positivos concretos. La agenda del Comisario debe garantizar que se tengan en cuenta las estrategias de adaptación intersectoriales, dando prioridad a los sectores económicos más vulnerables: agricultura, gestión del agua, pesca y turismo.
  • Los servicios de los ecosistemas naturales en la adaptación al cambio climático deben reconocerse y protegerse desde las políticas, lo que incluye evaluar y mejorar la capacidad de adaptación de ecosistemas como las costas, los humedales y los bosques, así como sus servicios de mitigación, en particular en los bosques y las zonas marinas. Y tener en cuenta que estas acciones a menudo no requieren una inversión inicial.

3. Mejor utilización de los recursos de la UE para contribuir a la región del Mediterráneo:

El mandato político más importante del Comisionado es fundamental para armonizar los objetivos de energía, medio ambiente, clima y seguridad, pasando del modo de crisis energética a una estrategia a largo plazo que beneficie tanto a la Unión Europea como a los países vecinos del sur. Recomendamos:

  • Que el Comisionado convierta la transición justa en un pilar del Nuevo Pacto para el Mediterráneo, aplicando enfoques que abarquen a toda la sociedad con y dentro de los países socios, colaborando con la sociedad civil, las partes interesadas y las comunidades de los países del sur del Mediterráneo, consultando a voces expertas para alinear políticas que puedan garantizar beneficios conjuntos compartidos y mejorar las condiciones socioeconómicas de las comunidades más vulnerables al cambio climático.
  • Que el Comisionado trabaje en sinergia con las delegaciones de la UE para comunicar mejor las medidas industriales y de comercio exterior (CBAM, NZIA, CRMA, EUDR, Reglamento de la UE sobre el metano), reconociendo los impactos de dichas medidas en los países vecinos del sur. La Comisión Europea debería trabajar para diseñar conjuntamente estrategias y políticas con los países socios para mitigar las externalidades negativas de sus regulaciones y, al mismo tiempo, promover herramientas concretas que respondan a las nuevas prioridades de descarbonización.
  • El Comisionado, junto con la Alta Representante y la Comisión, debe centrarse en conciliar las agendas y prioridades divergentes de los Estados miembros con respecto a los países del sur del Mediterráneo. Un enfoque europeo unificado puede reposicionar a la Unión como un socio creíble y confiable en un mundo cada vez más multipolar.

El próximo ciclo de políticas europeas coincide con un impulso climático más amplio a medida que nos acercamos a la COP29, la actualización de las Nationally Determined Contributions (NDC) y la COP30. Recomendamos al Comisionado para el Mediterráneo que fomente un diálogo con los países del sur del Mediterráneo y aproveche esta oportunidad para avanzar en objetivos climáticos ambiciosos. Esto ayudará a mantener el rumbo del Pacto Verde Europeo y el objetivo de neutralidad climática de la UE de una manera justa e inclusiva. Es fundamental destacar la importancia de la financiación climática internacional y la alineación de los flujos financieros con los objetivos climáticos. Con la conclusión prevista de las negociaciones del New Collective Quantified Goal (NCQG) y el progreso en la reforma de las International Financial Institutions (IFI) en la COP29, la UE, como el mayor donante con 28.500 millones de euros aportados en 2022, debe dar ejemplo apoyando estas iniciativas y forjando una nueva gobernanza del liderazgo climático más distribuida.

Quiénes somos:

Esta carta está elaborada por la Med Alianza of Think Tanks on Climate Change (MATTCCh), una red de organizaciones generadoras de conocimiento e investigación, procedentes de toda la región Mediterránea a la que pertenece el CREAF. La MATTCCh representa a más de 25 instituciones de más de 10 países mediterráneos diferentes, se lanzó a la 3ª MedCOP en Tánger en 2023 y fue apoyado por la Unión para el Mediterráneo en el 1º Med Green Week celebrado en Estambul en mayo de 2024.

Instituciones firmantes:

Arab Reform Initiative, CREAFECCO – Italian climate change think tank, EmberE3G, Natural Resource Governance Institute (NRGI), the Regional Center for Renewable Energy and Energy Efficiency (RCREEE), Sustainable Economics and Finance Association (SEFiA), The Economic Policy Research Foundation of Turkey (TEPAV), and ZERO – associação sistema terrestre sustentável.

Autoría:

(Por orden alfabético): Javier Albarracin, CREAF; Filomena Annunziata, ECCO Think Tank; Sarah Brown, EMBER; Adriana Clivillé Morató, CREAF; Karim Elgendy, Carboun; Jauad El Kharraz, RCREEE; Giulia Giordano, ECCO Think Tank; Laury Haytayan, Natural Resource Governance Institute; Hanne Knaepen, ECDPM; Lara Lázaro-Touza, Real Instituto Elcano, y Alicia Perez-Porro, CREAF.

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