21/02/2024 Noticia

Publicamos la guía fenológica del principal arbolado viario de Barcelona 

Técnico/a de comunicación

Gerard Gaya Gas

Soy Máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental por la Universitat Pompeu Fabra-BSM (2021) y estoy graduado en Biología ambiental con una mención en Biología Animal por la Universitat Autònoma
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Durante las últimas semanas, muchos barceloneses y barcelonesas se han preguntado si es normal que los plátanos de sombra de sus calles y avenidas todavía tengan hojas en el árbol en febrero. Para resolver este tipo de cuestiones sobre fenología, el observatorio ciudadano RitmeNatura del CREAF ha publicado, en el marco del proyecto Barcelona Reconnecta, la Guía fenológica del principal arbolado viario de Barcelona

El pasado mes de enero en Catalunya ha sido más cálido y seco de lo esperado. En algunas zonas, la media de la temperatura ha sido de más de 3 grados por encima de lo habitual en esta época del año. Esta anomalía meteorológica y climática, cada vez más común, afecta gravemente a los ciclos biológicos de las especies. «Muchas plantas están floreciendo cuando no deberían hacerlo y eso tiene consecuencias. Algunas variedades de almendro están floreciendo 10 días antes de lo que lo hacían hace 40 años y consumen recursos fuera de época que seguramente necesitarán en primavera para dar sus frutos de temporada» afirma Ester Prat, coordinadora del observatorio RitmeNatura, dirigido por el CREAF con la colaboración del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC). 

Los almendros no son los únicos afectados por este invierno tan cálido y seco. Por ejemplo, durante las últimas semanas también hemos sido testigos de la floración de algunas retamas (Spartium junceum), ciruelos (Prunus domestica) y amapolas (Papaver sp.) que deberían florecer en abril o la fructificación de alguna higuera (Ficus carica), madurando una fruta habitualmente primaveral. 

Mapas de anomalía de temperatura y precipitación en Cataluña durante el mes de enero de 2024. Fuente: Servei Meteorològic de Catalunya (SMC) 

En una ciudad tan extensa como Barcelona, los efectos del cambio climático sobre los árboles pueden ser más difíciles de percibir, dado que se produce un efecto isla de calor que aumenta aún más la temperatura. Según los expertos, las explicaciones de la presencia de hojas en los árboles caducifolios a estas alturas del invierno pueden ser diversas. «La caída de las hojas depende principalmente de la temperatura y el régimen de luz, por lo que su modificación puede afectar al ciclo habitual de la planta. Las altas temperaturas vividas en los últimos meses podrían ser uno de los motivos de la preservación de algunas hojas caducas en los árboles de Barcelona. Otro podría ser la falta de fenómenos meteorológicos como el viento o la lluvia, que normalmente ayudan a acabar de derribar las hojas secas que quedan en los árboles en esta época» explica Joan Pino, doctor en biología y director del CREAF. 

En el caso del plátano de sombra, que nos cuestionábamos al principio de la noticia, la guía fenológica nos dice que suele tener las hojas verdes sobre el árbol entre marzo y septiembre. Por tanto, la presencia de hojas sobre el árbol a principios de año es del todo inusual. 

En las grandes metrópolis, el arbolado permite interconectar la red de parques y jardines, favoreciendo una infraestructura verde que articula el espacio y contribuye a la salud, confort y habitabilidad de la trama urbana. Pese a la mejora evidente de la calidad ambiental y la belleza del paisaje, la ciudadanía de Barcelona parece vivir aislada y desconectada de la naturaleza que le rodea. Con el objetivo de revertir esta situación, nació el proyecto Barcelona Reconnecta, una iniciativa impulsada por el observatorio RitmeNatura del CREAF gracias a la financiación del Plan de Acción por la Emergencia Climática 2030 del Ayuntamiento de Barcelona

Se estima que en el término municipal de Barcelona existen más de 1,4 millones de árboles que configuran una gran masa arbolada que cubre más del 25% del territorio y convive con 1,6 millones de personas. Por tanto, en la capital catalana hay casi un árbol por persona; sin tener en cuenta arbustos, matas y hierbas. ¿Qué pasaría si toda esta gente se implicase en conocer mejor este árbol que le acompaña? ¿Y si cada uno se dedicara a estudiar cómo va cambiando su ciclo a lo largo del año? 

El observatorio RitmeNatura busca favorecer este conocimiento y participación ciudadana con la publicación de la nueva guía fenológica del principal arbolado viario de Barcelona. Ésta contiene la ficha fenológica de 10 de las especies de árbol más significativas de la ciudad, desarrollando para cada una de ellas una descripción general, su contexto en la ciudad, su ciclo biológico (a través de una rueda fenológica) y la caracterización de sus estructuras principales: hojas, flores y frutos, favoreciendo su identificación. 

La guía fenológica del principal arbolado viario de Barcelona contiene mucha información interesante sobre la vegetación de la capital catalana. Fuente: RitmeNatura

Las especies seleccionadas y descritas en la guía son la catalpa común (Catalpa bignioides), el almez (Celtis australis), el árbol del amor (Cercis siliquastrum), la jacaranda (Jacaranda mimosifolia), el plátano de sombra (Platanus x hispanica), el ciruelo de hojas púrpura (Prunus cerasifera var. pissardii), la encina (Quercus ilex), la falsa acacia (Robinia pseudoacacia), la sófora (Styphnolobium japonicum) y la tipa (Tipuana tipu). Además, la guía contiene una introducción a qué es la fenología, qué son la red FenoCat, el observatorio RitmeNatura y el proyecto Barcelona Reconnecta y cómo participar, qué contiene el Plan de acción para la emergencia climática 2030 de Barcelona y una contextualización del arbolado urbano de Barcelona

Puede recuperar la guía fenológica del principal arbolado viario de Barcelona aquí

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