Se presentan 3 captadores de agua de niebla "made in Spain" capaces de recolectar hasta 250l de agua por m2 y mes
En un mundo cada vez más árido, cada gota de agua cuenta. ¿Y dónde queda agua que los humanos no estamos aprovechando? Uno de los lugares más poéticos donde buscarlas es dentro de la niebla, nubes de gotas minúsculas en suspensión que podrían dar una segunda oportunidad a los entornos más degradados o sedientos del mediterráneo. Ésta ha sido la premisa que ha movido el proyecto LIFE Nieblas, cofinanciado por la Unión Europea, durante los últimos cuatro años y que ha permitido desarrollar tres sistemas innovadores para captar agua de la niebla de manera más barata, eficiente y modular, un agua útil para reforestar o para regar los lugares más complicados. Después de años de investigación y pruebas en las Islas Canarias, sus principales socios, el CREAF, GESPLAN, ICIA, ITC y el Cabildo de Gran Canaria presentan hoy parte de sus resultados en la Fundación Universitaria del Bages de Manresa en una jornada que tiene por objetivo empezar a multiplicar el uso de estos sistemas en toda la Península. En total, se han desarrollado tres sistemas diferentes con variedad de materiales y tecnologías capaces de captar más de 500 litros de agua por m2 en 10 meses en las instalaciones realizadas en Canarias. Hasta julio de 2023 se habían recogido 35.000l con un total de 27 captadores de las diferentes tipologías, de los 215.000l que se quiere captar durante todo el proyecto. También se han desarrollado sistemas más rudimentarios pero muy eficientes a la hora de asegurar que las plantaciones de árboles tengan éxito y los vástagos superen los veranos secos. Todas estas innovaciones tienen potencial para instalarse en otras localizaciones de España y Portugal, y el proyecto también está estudiando su viabilidad en Cataluña, sobre todo en zonas de la meseta central catalana, la cordillera litoral y el Prepirineo.
En el proyecto ha trabajado un equipo multidisciplinar de personas expertas en restauración de espacios degradados, evaluación de procesos de regeneración de los suelos, sensorización de plantaciones, sistemas de riego, meteorología, y, evidentemente, sistemas de captación de agua de niebla, todos juntos trabajando codo con codo con los propietarios de los terrenos. El CREAF interviene junto con la Universitat Autònoma de Barcelona, el Cabildo de Gran Canaria, la empresa pública canaria Gesplan, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, el Instituto Tecnológico de Canarias, la Universidad de La Laguna, la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas y la Comunidad Intermunicipal Viseu Dão Lafões de Portugal.
Inspirados en la naturaleza
Las hojas de los pinos canarios tienen un secreto, y es que están diseñadas por el mismo objetivo, atrapar gotitas de la niebla. Esta observación naturalista ha acabado inspirando una idea dentro del proyecto LIFE Nieblas que ha dado lugar al captador de lluvia más eficiente de todos: el colector de acículas. Un colector de fácil montaje, pequeño y que presenta unos travesaños de los que cuelgan unos filetes metálicos idénticos en las acículas de los pinos canarios. Quince estructuras (unos 9m2) han demostrado captar hasta 525 litros el m2 durante los 10 meses de prueba en Canarias. Ha sido el diseño más eficiente y versátil.
También se han testado dos modelos más, mucho mayores que el colector innovador, hablamos de los colectores de torre, que presentan dos cubiertas distintas, la de malla kiwi y la de malla volumétrica. Uno solo del tipo malla volumétrica han logrado captar hasta 379 litros el m2.
"Hablamos de sistemas que ya se han probado, no son prototipos, sino estructuras que están listas para salir al mercado y utilizarse en territorios donde se cumplan las condiciones de niebla y viento", comenta Vicenç Carabassa.
Por último, fruto de la casualidad, el proyecto ha testado un modelo mucho más rudimentario de captador que sirve tanto a las reforestaciones como a las plantaciones agrícolas. Se trata del colector individual, una estructura tubular rígida que rodea a los pequeños árboles plantados para protegerlos de las cabras u otros herbívoros. Esta estructura, cuando se recubre de la misma malla kiwi que los colectores de torre, es capaz de atrapar agua de la niebla a la vez que mantiene la humedad y evita la depredación de los brotes por parte de las cabras u otros herbívoros.
“Hasta ahora estas restauraciones se regaban llevando agua con camiones cisterna, o incluso con helicópteros, con costes que podían llegar a los 260€ por árbol vivo después de dos años”.
GUSTAVO VIERA RUÍZ, técnico de GESPLAN y coordinador del proyecto.
La niebla de Cataluña
La captación de agua de niebla es una tecnología que se utiliza ampliamente en varios países, pero con poca implantación en nuestro país debido a la falta de dispositivos realmente eficientes y adaptados a nuestras condiciones y al poco estudio de sus potencialidades. Algunas de las zonas más óptimas donde instalar algunos de los sistemas desarrollados por el LIFE Nieblas y, así, empezar a captar agua de niebla podrían encontrarse en la meseta central, Anoia, Bages y Les Garrigues. En estas zonas es donde se dan las condiciones óptimas para una máxima captación: niebla con circulación de aire. En otras zonas como Montserrat también podrían probarse, pero son áreas de muy difícil acceso. Además, también se han pedido proyectos de investigación específicos para probarlos en Lleida y Vic, aunque las condiciones no sean tan óptimas por la falta de viento los días de niebla.
“Otras zonas del mundo con climatologías muy distintas, como el desierto de Atacama o Marruecos han estado probando sistemas con el mismo objetivo. Cataluña también podría ser un lugar con potencial para obtener agua de la niebla de diferentes zonas del territorio”.
VICENÇ CARABASSA, investigador del CREAF y supervisor científico Life Nieblas.
El proyecto LIFE Nieblas también está estudiando si la tecnología más simple, la de los colectores individuales, funciona bien en todas las zonas de influencia directa del mar mediterráneo, la cordillera litoral. Para ello, ha realizado una colaboración con el proyecto RESTARC, la instalación de colectores individuales en replantaciones en una cantera en proceso de restauración en el Garraf. En concreto, se han instalado casi 100 colectores en plantaciones de especies mediterráneas como el acebuche o el lentisco.
Usos del agua de niebla
El agua de la niebla es buena incluso para beber. De hecho, los captadores de torre han servido para recolectar un tipo de agua bautizada bajo el nombre de Nieblagua que se comercializa como agua potable. Sin embargo, el objetivo de este proyecto va más encaminado a recolectar agua para su uso en la restauración de zonas degradadas y muy áridas, mediante replantaciones, y en el uso agrícola en zonas concretas del mediterráneo para diversificar las fuentes en algunos momentos. En conclusión, son tecnologías que deben contribuir a adaptarnos a los próximos episodios de sequía que cada vez serán más recurrentes.