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Los bosques albergan buena parte de la biodiversidad terrestre, y esta biodiversidad controla procesos ecosistémicos clave, como la regulación del clima y los ciclos del carbono (C) y de los nutrientes. El mantenimiento de estas funciones no sólo depende de la biodiversidad aérea, sino que también de las comunidades extremadamente complejas y diversas de microorganismos e invertebrados del suelo. Estos organismos del suelo están íntimamente relacionados con los árboles, de manera que sus interacciones regulan la descomposición de la hojarasca y la formación de materia orgánica y, por lo tanto, la acumulación de C en el suelo. Dado que suelos almacenan la mayor parte del C de la biosfera terrestre, las alteraciones antropogénicas en la interacción entre los árboles y los organismos del suelo podrían alterar el ciclo global del C, aumentando el CO2 atmosférico y, en consecuencia, la magnitud del cambio climático. Por contra, si estas interacciones se mantienen estables contribuyendo así en el papel de los bosques como sumideros de C, podrían compensar parte de las emisiones antropogénicas de C, desacelerando el cambio climático y proporcionando a los ecosistemas, y a los humanos, más tiempo para la adaptación. Por lo tanto, una mejor comprensión de las funciones reguladoras de los organismos del suelo es esencial para conservar el funcionamiento de los ecosistemas forestales y para mitigar el cambio climático.

La contribución de los organismos del suelo en la función de los bosques como sumideros de C está en riesgo por la intensificación del cambio de usos del suelo, la causa principal de la degradación y pérdida de bosques. Sin embargo, mientras que la explotación forestal continúa siendo intensa en zonas tropicales y boreales, en latitudes templadas del hemisferio norte los bosques secundarios se han expandido rápidamente a través de la recolonización natural de zonas agrícolas y de pasto abandonados. Los bosques secundarios podrían contribuir de manera importante en la absorción de C, pero el incremento de las condiciones de sequía debido al cambio climático limita esta capacidad de sumidero. Los impactos del aumento de la sequía sobre los ecosistemas forestales son especialmente inciertos en la cuenca mediterránea, ya que esta región geográfica ha experimentado una expansión generalizada de bosques secundarios, pero al mismo tiempo también representa el límite más árido de la distribución de especies arbóreas clave. Aunque cada vez hay más evidencia sobre la influencia del legado de los usos del suelo del pasado (por ejemplo, la alteración de la fertilidad del suelo) en las respuestas de los árboles al cambio climático, sus efectos sobre las interacciones entre los organismos del suelo y los árboles, que regulan el funcionamiento de los ecosistemas forestales, son en gran medida desconocidos.

Objetivos

Mediante un experimento de campo combinado con técnicas moleculares, este proyecto examinará la contribución de los organismos del suelo en el balance de C y de nutrientes en el ecosistema en un contexto de cambio climático y cambio de usos del suelo en el límite árido de la distribución de la especie arbórea clave Fagus sylvatica.

Centrándose en el papel regulador de los invertebrados en comparación con los microorganismos del suelo (hongos y bacterias) en contextos distintos de estrés por sequía y de legado de los usos del suelo pasados, el proyecto abordará dos objetivos principales: (1) determinar la contribución relativa de los microorganismos e invertebrados del suelo en la descomposición y formación de materia orgánica, y (2) determinar cómo la estructura de la red trófica del suelo influye en la magnitud del sumidero de C del suelo, poniendo el énfasis en grupos altamente diversos de artrópodos. El proyecto proporcionará información clave sobre la importancia de conservar la biodiversidad y el funcionamiento de los suelos forestales.

Miembros externos del equipo

• Paula Arribas (IPNA CSIC)
• François-Xavier Joly (University of Stirling)

Créditos de las fotografías

1. (A) Hojas de haya en otoño. Fotógrafo: Albert Vilà Cabrera. (B) Hojarasca de haya. Fotógrafo: Albert Vilà Cabrera. (C) Perfil vertical de suelo. Fotógrafo: Xavier Domene. (D) Miriápodo Glomeris marginata. Fotógrafo: François-Xavier Joly. (E) Ácaro. Fotógrafa: Irene Santos Perdomo. (F) Colémbolo. Fotógrafa: Nira Vega Pita

2. Área de transición entre bosque Mediterráneo de encina y roble y bosque templado de haya: Fotógrafo: Albert Vilà Cabrera

3. Ambiente neblinoso en uno de nuestros sitios de estudio (bosque de haya). Fotógrafa: Sofia Nieto Salas