Agricultura Regenerativa
En el CREAF, investigamos cómo transformar la agricultura convencional en un modelo regenerativo efectivo. Estudiamos el impacto de las prácticas regenerativas sobre la salud del suelo, la biodiversidad y la sostenibilidad de los cultivos. Utilizamos técnicas avanzadas para medir los beneficios de este modelo en la lucha contra el cambio climático y la mejora de la producción agrícola. Nuestro objetivo es contribuir a una agricultura más saludable y sostenible que beneficie tanto al entorno como a las comunidades rurales.
¿Qué es la agricultura regenerativa?
La agricultura regenerativa es un modelo innovador que busca no solo mantener, sino mejorar la salud del suelo y la biodiversidad. A diferencia de la agricultura convencional, que a menudo degrada la tierra, este enfoque promueve técnicas que revitalizan los ecosistemas agrícolas, como la eliminación del laboreo, el mantenimiento de coberturas vegetales y la combinación de agricultura y ganadería.
Transitar de una agricultura convencional a una regenerativa también implica evitar el uso de fertilizantes y pesticidas químicos, apostando por soluciones naturales y sostenibles.
Beneficios para el clima y adaptación al cambio climático
La agricultura regenerativa mejora la salud del suelo y proporciona importantes beneficios climáticos al aumentar la capacidad del suelo para retener CO₂. Además, las prácticas regenerativas pueden hacer que los cultivos sean más resistentes a condiciones extremas como las sequías. Al incrementar el contenido de materia orgánica en el suelo, se almacena más agua, se reducen los efectos de las inundaciones y la erosión durante las lluvias intensas, convirtiendo la agricultura regenerativa en una herramienta valiosa en la lucha contra el cambio climático.