El impacto social puede revolucionar la cultura científica
Si hoy subiésemos a la máquina del tiempo que imaginó H.G. Wells, podríamos, por ejemplo, volver al siglo XIX para ser testigos de los albores de la ciencia moderna. En aquella época, los límites entre ciencia y sociedad no eran tan quirúrgicos como los de hoy en día, sino que los intereses y necesidades públicas ejercían una poderosa influencia sobre la investigación científica.