11/01/2023 Noticia

Ciencia y arte, sincronizadas al ritmo del bosque 

Técnico/a de comunicación

Diego de la Vega

Científico, historiador y comunicador de la ciencia. Soy un apasionado de la ciencia, principalmente en sus dimensiones sociales e históricas.
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Los relojes de la estación biológica de Can Balasc se desaceleraron el pasado 25 de noviembre, alrededor de las 11 de la mañana. A esa hora, un grupo multidisciplinario se congregaba en este privilegiado espacio forestal emplazado en plena Sierra de Collserola para reflexionar sobre el tiempo. Diversas personas del mundo de la ciencia, el arte, el diseño, la filosofía, la poesía o la historia, entre otros, nos detuvimos para cuestionar el ritmo acelerado de la vida y contraponerlo con la experiencia extensa y cíclica de la naturaleza.

Esta jornada estuvo dirigida por Gemma París y Rosa Llop, las nuevas artistas residentes de Ecotons un grupo de arte y ecología del CREAF y La Escocesa. Su proyecto “Temps al Bosc. Atles biodivers d’instants possibles” se inicia con esta primera deriva, una experiencia que propone salirse del camino tradicional y pautado para descubrir otras maneras de documentar y entender el paso del tiempo.

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“Con este proyecto queremos establecer una colaboración transdisciplinar entre artistas y científicas del CREAF con tal de especular juntas formas de conceptualizar el tiempo, tomando como punto de partida la biodiversidad del bosque y su mirada del tiempo como algo provisional, extenso y cíclico que admite toda posibilidad."

Rosa Llop y Gemma París, artistas y coordinadoras del proyecto. ​

Un viaje por el tiempo en 4 estaciones y 5 sentidos

La deriva comenzó con la presentación de los y las asistentes y un desayuno inesperado en el patio de Can Balasc. “Hoy iba a llover”, indicó Rosa, pero el tiempo aguantó. De hecho, hacía un sol radiante y una temperatura extrañamente agradable para la época del año. 

"El tiempo ni se ve ni se escucha. Y mucho menos se toca, ni nadie lo saboreado ni inhalado nunca."

Daniel Soutif, Arte y tiempo

Con la lectura de este poema del filósofo y crítico de arte Daniel Soutif, comenzamos la primera actividad dedicada a la sensibilización. En silencio y sentados sobre el césped rebatimos las afirmaciones de Soutif: observamos, escuchamos y tocamos nuestro entorno sintiendo el tiempo que pasaba. Éste se hizo tangible, por ejemplo, a través del silencio roto por los sonidos del bosque, los cantos regulares de los pájaros o el ruido de los coches. También en las sensaciones de la digestión o los cambios de temperatura en la brisa. Incluso las nubes ya nos parecían relojes de arena. Todas las experiencias se registraron, se guardaron en frascos de muestras y se explicaron al oído a otros participantes.

Las sensaciones que evidenciasen el paso del tiempo se compartieron al oído con el resto de participantes. Fuente: Diego de la Vega.
Las sensaciones que evidenciasen el paso del tiempo se compartieron al oído con el resto de participantes. Fuente: Diego de la Vega.
Participantes en la deriva anotando sus percepciones del paso del tiempo en el entorno natural de Can Balasc. Fuente: Diego de la Vega.
Participantes en la deriva anotando sus percepciones del paso del tiempo en el entorno natural de Can Balasc. Fuente: Diego de la Vega.
Las observaciones se colocaron en frascos vacíos como si fueran muestras tomadas en un laboratorio. Font: Diego de la Vega.
Las observaciones se colocaron en frascos vacíos como si fueran muestras tomadas en un laboratorio. Font: Diego de la Vega.

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Para la segunda actividad, la metamorfosis, nos acercamos a una mesa con tarjetas de colores dispuestas en mosaico; cada una de ellas contenía una palabra relacionada con el tiempo en la naturaleza. Gemma y Rosa nos invitaron a elegir tres relacionadas con nuestro perfil. A continuación, paseamos por una parcela del bosque en la que nos esperaban, escondidas en la naturaleza, aún más palabras. Entre las hojas de los árboles o rasgando el sotobosque, nos íbamos encontrando con conceptos que nos interpelaban. La consigna era coger otras tres palabras y dejar, en el mismo lugar, una anotación como rastro de nuestra experiencia con cada una de ellas. El bosque funcionaba como escenario inspirador para reflexionar a nuestro propio ritmo y alejarnos de la visión productivista del tiempo.

Jordi Martínez Vilalta, investigador del CREAF durante la segunda actividad de la deriva. Fuente: Diego de la Vega Pérez.
Jordi Martínez Vilalta, investigador del CREAF durante la segunda actividad de la deriva. Fuente: Diego de la Vega Pérez.
Reflexión sobre el concepto "urgent". Fuente: Gemma París i Rosa Llop.
Reflexión sobre el concepto "urgent". Fuente: Gemma París i Rosa Llop.
"Sediment" era uno de los conceptos que estaban ocultos entre la naturaleza en el bosque del Parque de Collserola. Fuente: Gemma París i Rosa Llop.
"Sediment" era uno de los conceptos que estaban ocultos entre la naturaleza en el bosque del Parque de Collserola. Fuente: Gemma París i Rosa Llop.

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Durante un momento de creación, se nos animó a combinar todas estas palabras para inventar conceptos nuevos relacionados con el tiempo. A cada uno debíamos asociarle una definición y un dibujo que representara el rastro que dejarían en el tiempo.

Jordi Martinez Vilalta, investigador del CREAF durante la actividad de "creación" de la deriva. Fuente: Diego de la Vega.
Jordi Martinez Vilalta, investigador del CREAF durante la actividad de "creación" de la deriva. Fuente: Diego de la Vega.
Tarjetas con palabras, recortes, tijeras, pegamento y un diccionario fueron algunos de los elementos utilizados para la elaboración de nuevos conceptos sobre la naturaleza y el tiempo. Fuente: Diego de la Vega.
Tarjetas con palabras, recortes, tijeras, pegamento y un diccionario fueron algunos de los elementos utilizados para la elaboración de nuevos conceptos sobre la naturaleza y el tiempo. Fuente: Diego de la Vega.
Javier de la Casa Sánchez, investigador predoctoral del CREAF elaborando nuevas palabras. Fuente: Diego de la Vega
Javier de la Casa Sánchez, investigador predoctoral del CREAF elaborando nuevas palabras. Fuente: Diego de la Vega
Iolanda Filella Cubells, investigadora del CREAF, trabajando en la creación de nuevos conceptos. Fuente: Diego de la Vega.
Iolanda Filella Cubells, investigadora del CREAF, trabajando en la creación de nuevos conceptos. Fuente: Diego de la Vega.

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Con la llegada de las primeras gotas de lluvia nos refugiamos en la cocina de Can Balasc donde nos esperaba un vermut. Dentro compartimos nuestras palabras y experiencias en esta primera deriva.

Javier de la Casa, investigador del CREAF, y otros participantes de la deriva. Fuente: Diego de la Vega y Florencia Florido.
Javier de la Casa, investigador del CREAF, y otros participantes de la deriva. Fuente: Diego de la Vega y Florencia Florido.
“Crepscencia” (“crepúsculo” + “inflorescencia”): cualidad de aquello que nace y muere en un mismo lugar, es decir, en el “punto de crepscencia”. Fuente: Diego de la Vega y Florencia Florido.
“Crepscencia” (“crepúsculo” + “inflorescencia”): cualidad de aquello que nace y muere en un mismo lugar, es decir, en el “punto de crepscencia”. Fuente: Diego de la Vega y Florencia Florido.
“Oriempre” (origen + siempre): parte irreductible e identitaria que permanece (sinónimo: eseterna). Fuente: Diego de la Vega y Florencia Florido.
“Oriempre” (origen + siempre): parte irreductible e identitaria que permanece (sinónimo: eseterna). Fuente: Diego de la Vega y Florencia Florido.

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"Me gustó cómo esta reflexión sobre el tiempo interpela los tempos y la velocidad con la que hacemos las cosas en el día a día de nuestra actividad de investigación, y como esto contrasta con el tiempo característico, mucho más lento, de los sistemas que estudiamos."

Jordi Martínez Vilalta, investigador del CREAF.

¡Colabora con este proyecto científico-artístico!

Si sientes que tu ciencia también palpita al ritmo de la naturaleza, Gemma y Rosa te invitan a participar en este proyecto. Envíales un audio de Whatsapp de máximo 1 minuto al número 634 65 53 74 respondiendo a la pregunta: ¿Cuál es la relación de tu objeto de estudio con el tiempo? Tienes tiempo hasta el 31 de enero.

Crónica redactada por Diego de la Vega y Florencia Florido.

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