Comienza CREDIBLE, un proyecto para impulsar la agricultura del carbono en Europa
La Unión Europea se ha comprometido a reducir sus emisiones de CO2 en al menos un 55% con respecto a los valores de 1990 para el 2030. Para conseguirlo, una medida clave es recuperar la capacidad de los suelos agrícolas para almacenar carbono atmosférico, que se ha visto empobrecida tras años de sobrepastoreo y agricultura intensiva. En este contexto, nace el proyecto CREDIBLE que pretende investigar, debatir y proponer una serie recomendaciones y medidas que ayuden a implementar la agricultura del carbono – o carbon farming en inglés – a escala europea. Entre otras cosas, identificará las prácticas agrícolas más eficientes para aumentar las reservas de carbono del suelo, los incentivos necesarios para ayudar a los agricultores a adoptarlas y los protocolos más adecuados para monitorizar y verificar el almacenamiento.
“La agricultura del carbono presenta múltiples beneficios. Por un lado, recupera la salud del suelo y mitiga el cambio climático, ya que conforme una tierra se enriquece en materia orgánica, absorbe CO2 atmosférico y es capaz de almacenarlo de forma estable en el suelo. Por otro, contribuye a garantizar la seguridad alimentaria, ya que aumenta la fertilidad del terreno, también favorece la resiliencia de las plantas ante extremos climáticos, como las sequías, y aumenta la biodiversidad subterránea en las zonas de cultivo",
PILAR ANDRÉS, investigadora del CREAF y una de les sòcies del projecte.
explica Pilar Andrés, investigadora del CREAF y una de las socias del proyecto. Algunas de las prácticas propias de este tipo de agricultura son reducir o eliminar la labranza, para no romper la estructura del suelo; fertilizar con materiales orgánicos, como el compost; evitar utilizar agroquímicos para no contaminar el terreno ni los cultivos; o mantener cubiertas vegetales permanentes, para proteger el suelo frente a la erosión.
"Nuestro papel es identificar potenciales sinergias y antagonismos entre la agricultura del carbono, la seguridad alimentaria y la biodiversidad", explica Pilar Andrés.
CREDIBLE se inició en junio de 2023, lo financia el programa europeo Horizon 2020, en el marco de la Misión del Suelo de la Comisión Europea, y lo coordina la empresa de I+D Soluciones Agrícolas Ecoinnovadoras SL. Además, cuenta con una red de expertos y expertas de 21 entidades en 7 países europeos, entre ellas el CREAF. “Nuestro papel es identificar potenciales sinergias y antagonismos entre la agricultura del carbono, la seguridad alimentaria y la biodiversidad. En una segunda fase, propondremos mecanismos viables y realistas para potenciar las sinergias y solucionar los efectos adversos”, explica Pilar Andrés.
Uno de los hitos más relevantes de CREDIBLE será organizar tres cumbres europeas sobre agricultura de carbono. Estos encuentros reunirán a actores clave del sector político, de investigación, industrial y de las asociaciones agrícolas para debatir las últimas innovaciones en materia de agricultura de carbono y proponer una hoja de ruta para implementarlas en Europa. “Entre las medidas estrella a discutir se encuentra la creación de mecanismos seguros y viables para incentivar a los agricultores a adoptar la agricultura del carbono”, comenta Pilar Andrés. La primera cumbre se celebrará en marzo de 2024 y tendrá lugar en Valencia.
¿Qué es la agricultura del carbono?
El carbon farming comprende una variedad de técnicas agrícolas y forestales que tienen como objetivo común aumentar la capacidad del suelo para secuestrar carbono atmosférico.
La agricultura del carbono – ampliamente conocida como carbon farming en inglés- engloba una variedad de técnicas agrícolas y forestales con un objetivo común: aumentar la capacidad del suelo para secuestrar carbono atmosférico. Las prácticas que propone este modelo integran el conocimiento científico más puntero sobre el funcionamiento del suelo, el manejo de su estructura y la ecología de las comunidades vivas que lo habitan, que, junto a la vegetación, contribuyen al buen funcionamiento de los ciclos terrestres de nutrientes, entre ellos el del carbono. Entre otras opciones, la agricultura del carbono propone impulsar sistemas como la agroforestería,que combina árboles con cultivos y ganado en el mismo terreno para incrementar las sinergias entre los animales, que se alimentan de pasto fresco, las plantas, que utilizan los excrementos del ganado como abono y el suelo, que aumenta el contenido de materia orgánica. La agricultura orgánica, la agricultura regenerativa o el manejo regenerativo de pastos son otras posibles aproximaciones. En suelos con alto contenido en materia orgánica, otra de las propuestas consiste en restaurar turberas y humedales, para reducir la oxidación de las reservas de carbono existentes.
Los beneficios de la agricultura de carbono van más allá de que el suelo actúe como sumidero de carbono atmosférico, ya que también incrementa su capacidad de almacenar más agua,aumenta la biodiversidad de plantas e insectos y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, “porque disminuye el uso masivo de maquinaria pesada y fertilizantes, en el marco de la economía circular de las explotaciones agrícolas”, finaliza Pilar Andrés.