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El cambio climático, la deforestación y los incendios modifican la fragancia de la selva del Amazonas

Responsable de comunicación

Anna Ramon Revilla

Soy licenciada en Biología (2005 UAB) y Máster en Comunicación Científica y Ambiental (2007 UPF) . Desde 2011 soy la Responsable de Comunicación del CREAF.
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La ciencia hace años que ha aprendido a describir las fragancias de la naturaleza, utilizando aparatos capaces de medir sus ingredientes principales, los compuestos orgánicos volátiles (COV). Las plantas, los hongos, las bacterias y todos los animales desprenden estos productos químicos naturales para comunicarse, son su lenguaje.

Ana María Yáñez, investigadora del CREAF, lleva años descifrando sus mensajes y acaba de publicar en la revista Global Change Biology el estudio de revisión más exhaustivo y actual hecho hasta el momento sobre el tema, Amazonian biogenic volatile organic compounds under global change. Concretamente, sobre los compuestos volátiles que emiten los bosques del Amazonas, sus emisores más importantes a alcance planetario.

“El Amazonas nos habla con su lenguaje silencioso y nos dice que no está bien, que hace demasiado calor, que carece de agua y que está perdiendo árboles”, Ana María Yáñez

Según el estudio, en 23 años la deforestación, los incendios y el cambio climático han hecho aumentar la concentración de sesquiterprenos en el aire amazónico, mientras que ha disminuido la de isoprenos. El bosque tropical desprende estos dos compuestos cuando está en una situación de estrés. Por un lado, la evaporación de sesquiterpenos se dispara con el calor porqué sirve de protector frente a las altas temperaturas. Por el otro, cuando hay pérdida de biomasa (troncos y hojas) por deforestación o incendios, disminuyen los isoprenos. El balance entre uno y otro se ha utilizado como señal para medir el estado de salud del Amazonas. "El Amazonas nos habla con su lenguaje silencioso y nos dice que no está bien, que hace demasiado calor, que carece de agua y que está perdiendo árboles", comenta Ana María Yáñez, primera autora del artículo.

Los sesquiterpenos son compuestos orgánicos volátiles biogénicos de 15 carbonos, extremamente reactivos y con alto poder de formación de aerosoles. Los isoprenos contienen cinco carbonos, son más comunes y abundantes, muy reactivos y con alto poder de formación de aerosoles, pero en menor proporción respecto a los anteriores.

Compuestos químicos y calor

La revisión recoge todos los factores que configuran el cóctel de perfumes amazónico y pone en evidencia que todos ellos se están viendo alterados por la actividad humana. “Las composición y cantidad de compuestos químicos que emiten los seres vivos, sobre todo las plantas, dependen mucho del calor, pero también de la humedad y de la radiación solar, de la vigorosidad de la vegetación, de las especies que hay, del momento del año, si salen las hojas, si florecen las plantas. Por ello, el cambio climático y la desaparición de bosques están haciendo cambiar el aroma del planeta, sobre todo en el Amazonas”.

Encima de torres como ésta en medio del Amazonas se encuentran los instrumentos con los que se captan los compuestos orgánicos volátiles que emiten las plantas. Autora: Ana María Yáñez.
Encima de torres como ésta en medio del Amazonas se encuentran los instrumentos con los que se captan los compuestos orgánicos volátiles que emiten las plantas. Autora: Ana María Yáñez.

La revisión ha tenido en cuenta más de 240 artículos publicados en revistas científicas sobre la temática. Además, ha contrastado la información con datos y observaciones vía satélite y con modelos matemáticos.

Olores que gobiernan el mundo

Las sustancias químicas de nombres impronunciables que aparecen con mayor concentración en el Amazonas se traducen en nuestra nariz como olor a hierba cortada, a pino o a tierra húmeda, entre otros. Aparte de dar pistas sobre el estado de salud de los sistemas forestales, los COVs son sustancias químicas con un papel ecológico muy relevante. Al ser esenciales para la comunicación entre seres vivos, facilitan las relaciones entre especies: la atracción de insectos polinizadores, el olor de los frutos para que se las coman y se dispersen las semillas, la protección ante herbívoros, entre muchos otros. Si estas fragancias cambian, los seres vivos pueden confundir los mensajes y perder capacidad de comunicación, de reproducción, de protección, etc.

La deforestación, los incendios y el cambio climático han aumentado la concentración de sesquiterprenos e isoprenos, dos compuestos que se generan ante una situación de estrés.

Por otro lado, los COVs tienen un papel imprescindible en la regulación del clima y del agua. “La modificación de las concentraciones de COVs en la Amazonía, como la disminución de isoprenos, podría tener consecuencias en la radiación que llega a la superficie de la Tierra y en el régimen de lluvias. Son compuestos que participan en la formación de las nubes y que crean aerosoles que regulan la cantidad de radiación solar que llega a la superficie terrestre”, concluye Yáñez.

Referencia:

Yáñez‐Serrano, A.M., Bourtsoukidis, E., Alves, E.G., Bauwens, M., Stavrakou, T., Llusià, J., Filella, I., Guenther, A., Williams, J., Artaxo, P., Sindelarova, K., Doubalova, J., Kesselmeier, J., Peñuelas, J., 2020. Amazonian biogenic volatile organic compounds under global change. Glob. Chang. Biol. gcb.15185. https://doi.org/10.1111/gcb.15185

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