El CREAF ha asistido por primera vez a la Conferencia de los Océanos que organiza cada tres años Naciones Unidas. Una conferencia que en 2022 ha tenido lugar en Lisboa con un objetivo contundente: detener el declive de los océanos a partir de este año. ¿Qué hace un centro de investigación en ecología terrestre en una conferencia sobre océanos?

De las cosas que nos conectan como humanidad, el océano es la más central para nuestras vidas. Solo hay un océano, pero sirve para infinitos propósitos: como motor del clima, fuente de alimentos, reserva de biodiversidad, crea empleo, hace posible la vida en la Tierra, y muchos más. Y después de darnos tanto, nuestros océanos se agotan. ¿Cómo enfocamos las soluciones y la nueva relación con este ecosistema marino? Alicia Pérez-Porro, coordinadora científica del CREAF, ha promovido esta visita institucional a Lisboa y lo resume así en el statement que ha hecho llegar a las Naciones Unidas pasada la conferencia:

“La acción sobre los océanos debe ser colaborativa y cooperativa, teniendo en cuenta todas las voces, desde los jóvenes hasta los mayores, desde los pueblos indígenas hasta los científicos, desde el norte hasta el sur global. Y la acción oceánica no puede ocurrir en un solo contexto. Es esencial reconocer las interrelaciones entre el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 14 (vida bajo el agua), el ODS 15 (vida en la tierra), el ODS 6 (agua limpia y saneamiento) y el ODS 13 (acción climática), sin olvidar el ODS 5 (igualdad de género) y el ODS 17 (asociaciones para los objetivos).

Es necesario mejorar y fomentar la colaboración entre la ciencia terrestre y marina, y aumentar la financiación para la investigación en el nexo entre ambas disciplinas. Asimismo, los responsables políticos deben enfocar la normativa teniendo en cuenta tanto la tierra como el océano, ya que el ámbito político debe reflejar también este nexo entre los dos espacios naturales. De hecho, todas las partes deben trabajar aplicando esta perspectiva conjunta. La acción en los océanos, tradicionalmente azul, debe convertirse en turquesa, reconociendo el enlace indisoluble con la vida en la tierra, tradicionalmente verde. Como dice la Dra. Sylvia Earle, "sin agua, no hay vida, ni azul, ni verde".

Alicia Pérez-Porro, coordinadora científica del CREAF

Los statements son declaraciones oficiales de las partes que participan en estas conferencias internacionales que resumen de forma clara y concisa su posicionamiento.

Nuevos espacios para la investigación del CREAF

Esta conferencia se encaja dentro de la estrategia de internacionalización del CREAF, que incluye la diplomacia ambiental y que ordena acciones que ya hacía el centro y que ahora se estructuran de forma institucional, priorizando los temes, canales y, sobre todo, creando nuevos espacios de colaboración que sirvan para ampliar los horizontes y contactos del personal investigador. En paralelo, el CREAF como institución también quiere ser más proactivo y aportar su conocimiento y visión fundamentada en la ciencia en las políticas y debates internacionales más cercanos.

“Todo está interrelacionado, las reuniones sobre cómo enfocar las políticas de comercio internacional también afectan a los ecosistemas, la pesca, la madera, y otras muchas temáticas que tienen que ver con nuestros ecosistemas. Los océanos y los bosques están todavía más cerca y más relacionados y desde el CREAF queremos aprovechar la década de los océanos para empezar a crear nexos entre el bosque y el océano”, comenta Alicia Pérez-Porro.

Estela Romero, un primer ejemplo de investigación turquesa

El estudio de los océanos, sobre todo la investigación en mar abierto, parece lejos de la tierra y de los bosques. No lo está tanto: en el litoral, el vínculo entre mar y tierra es evidente, por ejemplo en la pequeña escala de las comunidades intermareales, pero existen también muchos procesos a escala global que ligan ambos sistemas. Éste es el caso de los ciclos biogeoquímicos de muchos nutrientes, que viajan de tierra a mar pasando por los ríos, el ámbito de investigación de Estela Romero, investigadora postdoctoral del CREAF que ha asistido también a la conferencia en Lisboa.

“El desequilibrio global de los ciclos biogeoquímicos no pasa sólo en el suelo y en los ecosistemas terrestres, afectan a los ciclos hídricos, a la calidad y cantidad de agua dulce disponible ya todo el continuo acuático, de los ríos hasta los estuarios y finalmente al litoral marino”

Estela Romero, investigadora postdoctoral del CREAF

Estela es una ecóloga que ha hecho una transición desde el estudio de la ecología marina a la ecología terrestre, pero manteniendo el nexo entre los ecosistemas terrestres, la agricultura, las cuencas hidrográficas y el litoral marino. Estudiar el ciclo de los nutrientes a escala global es clave en un contexto de agricultura intensiva, con un gasto de fertilizantes creciente, el riesgo de agotamiento de un recurso esencial como el fósforo, y con una problemática de contaminación de suelos y aguas cada vez más grave. Si a este contexto le sumamos los impactos del cambio climático, tenemos un reto complejo que debe dirigirse con urgencia.

Esta acción es parte del programa Severo Ochoa “ULandscape” financiado en 2019 por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación español para apoyar a los Centros de Investigación de Excelencia.