El Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad actualiza el Índice de Planeta Vivo para Catalunya
El Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad acaba de publicar una nueva actualización del Índice de Planeta Viu 2022 por el territorio catalán (LPI Cat por sus siglas en inglés). Esto nos permite tener una imagen más nítida que nunca sobre el estado de las poblaciones de especies salvajes en Cataluña. El indicador muestra que las poblaciones de fauna para las que se dispone de datos de seguimiento regular en Cataluña han tenido una disminución media del 24% en los últimos 20 años.
Este indicador se elabora a partir de los datos recogidos en un total de 321 especies de mariposas, pájaros, mamíferos, anfibios, reptiles y peces de aguas continentales. El grupo de animales más afectado es el de los insectos, representados aquí por las mariposas, con disminuciones de su abundancia que rondan el 44% pero que pueden llegar al 70% en algunas especies típicas de prados. El dato general actualiza el que se presentó en 2020 y es más completo y fidedigno.
El LPI-Cat es un proyecto impulsado por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya, coordinado por el CREAF, el Instituto Catalán de Ornitología, el Museo de Ciencias Naturales de Granollers y la Asociación Herpetológica Española, que se elabora en el marco del Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad de Cataluña.
El director general de Políticas Ambientales y Medio Natural, Marc Vilahur, ha destacado la importancia de disponer de estos datos para diseñar unas políticas de conservación más efectivas y precisas. De hecho, el índice LPI-Cat está incluido en la Estrategia Catalana del Patrimonio Natural y la Biodiversidad que define la hoja de ruta de las políticas de conservación de la naturaleza en Cataluña hasta 2030. “El conocimiento y la gestión de la información sobre el patrimonio natural son uno de los vectores fundamentales para ayudar a frenar la pérdida de biodiversidad”, ha dicho Vilahur.
El equipo de centros de investigación que recoge y analiza la información para elaborar el LPI-Cat realiza actualizaciones cada dos años. Es un número que cambia a medida que se recogen nuevos datos y que se publicó por última vez en el informe del Estat de la Naturaleza en Catalunya 2020. Desde ese hito, se han añadido ocho nuevas especies, cuatro murciélagos (Murciélago de Cabrera, murciélago montañero, murciélago común y murciélago rabudo), tres especies de ríos y balsas de agua (mirlo acuático, chorlitejo chico y sapillo pintojo) y un reptil de ambientes cálidos (dragón común), una información que no estaba disponible en el anterior cálculo. Para calcularlo se necesitan datos de seguimiento de muchos grupos de animales, continuos y a largo plazo, un trabajo ingente que no hubiera sido posible sin la colaboración, durante 20 años, de cientos de personas voluntarias guiadas desde las entidades coordinadoras que han estado saliendo a campo a observar y anotar lo que veían. Estamos hablando de los programas de seguimiento de pájaros (proyectos SOCC, SYLVIA, FARMDINDIS, seguimiento de especies estépicas amenazadas y de pájaros acuáticos nidificantes), de mariposas (CBMS), de mamíferos (SEMICE, QUIROHÁBITATS, SOCC y proyecto LIRÓ de anfibios y reptiles (SARE) y de peces continentales (seguimientos de la ACA y CHE).
Para asegurar la precisión de las estadísticas, el Índice ha sido recalculado excluyendo ciertas especies o poblaciones. De esta forma, se ha confirmado que la pérdida de individuos no está provocada por disminuciones o aumentos extremos de algunas especies o poblaciones. De hecho, el número actualizado con los últimos datos disponibles (24%) es de hecho una media que se mueve entre el 19% y el 28% por la incertidumbre asociada a los cálculos de estos indicadores. Hay muchas especies no incluidas todavía en el índice porque por ahora no se dispone de datos o todavía no se han podido integrar porque no son suficientemente robustas. Así, los invertebrados están sólo representados por las mariposas diurnas; no hay datos de hongos, plantas u otros grupos y tampoco está representado el medio marino.
La desaparición silenciosa de los insectos
Este indicador se disgrega en dos principales, uno para vertebrados y otro por invertebrados (que se obtiene del seguimiento de mariposas). Si hacemos un foco, en el caso concreto de estos insectos, los resultados son muy preocupantes, el bajón es muy marcado, con una media del 44%. Para obtener este dato por ahora se tienen en cuenta sólo los datos robustos y de largo plazo del programa catalán de seguimiento de mariposas, el Catalan Butterfly Monitoring Scheme, pero varios trabajos apuntan en la misma dirección por todo el grupo de insectos, que tiene más especies tanto a escala planetaria como en Cataluña.
Por otra parte, el LPI-Cat de vertebrados (que contempla datos de mamíferos, pájaros, reptiles, anfibios y peces de aguas continentales) muestra una bajada del 6% en los últimos 20 años. Este subindicador puede compararse con el 30% de descenso en las últimas dos décadas que se ha obtenido para el LPI mundial que WWF ha dado a conocer hace pocas semanas y que en este caso sólo tiene en cuenta animales vertebrados.
Perdedoras y ganadoras
Hacer una síntesis de las tendencias de muchas especies en un índice medio global enmascara la situación particular de muchas especies. De hecho, no todas las especies están disminuyendo en Cataluña; también los hay que están aumentando o que se mantienen estables. Entre las especies que están en bajón tenemos pájaros como la perdiz roja (Alectoris rufa) o mariposas como el donzella de ondas rojas (Euphydryas aurinia) o la rana común (Pelophylax perezi). Por otro lado, también tenemos especies que aumentan en Cataluña, como el corzo (Capreolus capreolus), o la oropéndola europea (Oriolus oriolus). Asimismo, también tenemos muchas especies que tienen una población estable, como el ratón de campo (Apodemus sylvaticus) y la mariposa colias común (Colias crocea) y otras la salamanquesa (Tarentola mauritanica) que son un misterio , muestran todavía tendencias inciertas debido a la escasez de datos disponibles.
Del dato a la acción
Este índice global ha sido adoptado internacionalmente por la Convención de la Diversidad Biológica (CDB) como indicador del progreso hacia su objetivo de tomar medidas efectivas y urgentes para detener la pérdida de biodiversidad. Será un índice importante de lo que se hablará durante la Conferencia de la Biodiversidad, la COP 15 que se celebra estos días en Montreal.
"Un índice sencillo es una herramienta importante para comunicar el estado de conservación de la naturaleza y catalizar la atención de la sociedad y la urgencia de la toma de decisiones individuales y colectivas"
Sergi HerrandoCoordinador del equipo que ha desarrollado el LPI-Cat.
“Cuando disminuye la abundancia de las especies recibimos una primera alerta de que el estado de salud de los ecosistemas está empeorando. Asimismo, la abundancia también se recupera rápidamente cuando las medidas políticas o de conservación tienen éxito”
Lluís BrotonsCoordinador de la oficina técnica del Observatori.
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En los últimos años, se han puesto en marcha cuatro grandes acciones para tratar de revertir esta situación negativa de la naturaleza en nuestro país. En 2018, el Gobierno de la Generalidad de Cataluña aprobó la Estrategia del patrimonio natural y la biodiversidad. En julio de 2020, el Parlamento de Cataluña aprobó la Ley de la Agencia de la Naturaleza. En 2021, se empezó a recaudar el impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, cuyo 50% constituye el Fondo del Patrimonio Natural. Y finalmente, en 2022, el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural ha presentado el Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Todas estas acciones deben servir para mejorar la política ambiental y aumentar los recursos destinados a la conservación de la naturaleza.
En este sentido, desde el Departamento de Acción Climática se prepara una batería de medidas para revertir esta tendencia a través de la implementación de una gestión adaptativa, que permitirá en un escenario cambiante como el actual marcado por la crisis climática, hacer políticas ágiles, compartidas y flexibles y adaptadas al entorno, y donde la investigación e instituciones como el Observatorio deben