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Las fuentes del Mediterráneo se secan y muchas dejan de manar agua en Cataluña

Responsable de prensa

Ángela Justamante

Graduada en Biología (Universidad de Valencia, 2015), máster en Biomedicina (UB, 2016), curso de Periodismo científico (UNED, 2017) y posgrado en Comunicación Científica (Uvic, 2019). Cuenta con experiencia en el
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Una reciente revisión científica publicada en Global Change Biology y liderada por el CREAF, alerta que las fuentes de la región mediterránea se están secando. Un dato preocupante, ya que, a pesar de ser infraestructuras pequeñas, son puntos calientes de biodiversidad y acogen multitud de especies, como algunos musgos, anfibios y crustáceos, con un nivel de endemismos inusualmente elevados. Entre las causas, los autores señalan las olas de calor continuadas y los episodios de sequía, sumado a la contaminación del agua que provocan la agricultura y ganadería intensivas, los microplásticos o los fármacos. Para demostrar el riesgo real que sufren las fuentes, la publicación recoge los resultados de una investigación que revela que el 46,2% de 31 fuentes en Cataluña se han secado desde que empezaron a hacer seguimiento en 2013. “Esto nos da pistas del que puede estar sucediendo en otros lugares”, alerta Marcos Fernández-Martínez, investigador ERC en el CREAF, primer autor de la publicación y coordinador del caso de estudio.

“El clima mediterráneo se caracteriza por ser árido y con pocas precipitaciones. Por lo tanto, las fuentes representan pequeños oasis húmedos que, normalmente, se encuentran dispersos en el paisaje y aislados entre sí”.

MARCOS FERNÁNDEZ-MARTÍNEZ, investigador ERC en el CREAF y también de investigador de la Facultad de Biología de la Universitat de Barcelona.

“El clima mediterráneo se caracteriza por ser árido y con pocas precipitaciones. Por lo tanto, las fuentes representan pequeños oasis húmedos que, normalmente, se encuentran dispersos en el paisaje y aislados entre sí”, explica Fernández-Martínez, que también es investigador de la Facultad de Biología de la Universitat de Barcelona. Esto precisamente facilita que haya un alto número de especies endémicas -únicas de una o pocas fuentes-. Algunos ejemplos típicos son el musgo formador de piedra pómez Palustriella commutata, el sapo partero Alytes obstetricans, la hepática Apopelia endiviifolia o varias especies de crustáceos microscópicas. “El problema es que cuando se secan, estas comunidades desaparecen con ellas. En Cataluña, por ejemplo, ya hemos observado que han desaparecido los ecosistemas fontinales en el Montseny, entre otras, la Font de las Nàiades (Montseny) o en el Maresme, como la Font del Hierro (Dosrius)”, explica Fernández-Martínez.

Además de la riqueza que las habita, las fuentes constituyen refugios climáticos donde los animales acuden para protegerse del calor, beber agua o reproducirse. Se observan desde ciervos o pájaros que se hidratan, a salamandras, que buscan un ambiente fresco, o larvas de sapos que necesitan el agua para crecer. “Con el cambio climático esta función es cada vez más necesaria”, comenta Fernández-Martínez.

Ingestigadores del CREAF y socios de la ICHN se coordinan para evaluar la cualidad y biodiversidad de los ecosistemas fontinales en Cataluña. Fuente: Galdric Mossoll

Situación crítica en Cataluña

Los datos del caso de estudio pertenecen al proyecto Fonts que el ICHN en colaboración con el CREAF. Desde 2013 ambas entidades analizan el estado de las fuentes localizadas en la Cordillera Litoral Catalana. En 2023, constataron que, contando las 31 fuentes que habían empezado a estudiar en 2013, se había experimentado una reducción del 92% en el caudal de agua y prácticamente la mitad ya estaban secas. El equipo que ha hecho el seguimiento identifica tres factores. Por un lado, los episodios de sequía de 2021-2022, ya que durante estos años llovió un 30% menos en comparación con el periodo 2011-2012. Otro factor importante es que la temperatura ha aumentado de media un 0,6 °C en esta última década, lo cual provoca que el agua se evapore más. Además, algunas de ellas se encuentran abandonadas, de forma que los conductos se atascan y no puede llegar el agua del acuífero. “A esto tenemos que añadirle la contaminación. Los cultivos intensivos emplean fertilizantes, herbicidas e insecticidas, algunos de ellos pasan a través del suelo a los acuíferos, que son los que proveen de agua a las fuentes”, explica Estela Romero, investigadora del CREAF y de la UB y co-autora del artículo.

“En la primavera de 2023 empezamos una nueva investigación para hacer seguimiento a largo plazo de otras 32 fuentes de Cataluña”, añade Fernández-Martínez.

“La contaminación es otro factor que hace peligrar la calidad del agua. Los cultivos intensivos emplean fertilizantes, herbicidas e insecticidas, algunos de ellos pasan a través del suelo a los acuíferos, que son los que proveen de agua a las fuentes”

ESTELA ROMERO, investigadora del CREAF y de la UB y co-autora del artículo.

Medidas para conservar y restaurar

Para recuperar las fuentes y la vida que acogen, la investigación incluye varias propuestas. Una de las soluciones pasa para restaurar y mantener el caudal de agua de las que todavía funcionan; por ejemplo, retirando las raíces que colonizan los conductos para facilitar que el agua brote de nuevo. Otra de las medidas es devolver a la fuente a su estado natural, esto implica potenciar la vegetación en los alrededores, permitir que el agua se filtre por las cañerías para crear pequeños charcos o crear muros de piedra para que los anfibios puedan protegerse del calor. “En este proceso de restauración también es importante no retirar plantas y musgos, sino dejar que se desarrollen libremente”, explica Fernández-Martínez. Por último, el equipo reivindica que también deben incluirse medidas que protejan el ecosistema fontinal por parte de las administraciones estatales y regionales.

“En este proceso de restauración también es importante no retirar plantas y musgos, sino dejar que se desarrollen libremente”, explica Fernández-Martínez.

El trabajo lo firman 17 especialistas de varias entidades que han analizado el valor del ecosistema fontinal y las amenazas a las cuales se enfrentan en países europeos como España, Italia o Portugal, pero también otras zonas como por ejemplo California (los EE. UU.), Chile central, la región del Cabo Occidental (Suráfrica) o el suroeste de Australia. Las instituciones que han participado son catalanas y españolas, como la  Universitat de Barcelona, el Institut de Recerca de la Biodiversitat de la UB (IRBio), la Institució Catalana d’Història Natural (ICHN), el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, la Universidad de Vigo, el IDAEA-CSIC, BioSciCat, el IRTA, la Universidad Miguel Hernández de Elche, e internacionales, como la Universidad de Bolonia, Universidad de Oporto y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich.

Artículo de referencia: Fernández-Martínez, M., Barquín, J., Bonada, N., Cantonati, M., Churro, C., Corbera, J., Delgado, C., Dulsat-Masvidal, M., García, G., Margalef, O., Pascual, R., Peñuelas, J., Preece, C., Sabater, F., Seiler, H., Zamora-Marín, J.M. & Romero, E. 2024. Mediterranean springs: Keystone ecosystems and biodiversity refugia threatened by global change. Global Change Biology, 30(1):e16997. https://doi.org/10.1111/gcb.16997

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