23/09/2022 Reportaje

Las termitas acelerarán el cambio climático, al expandirse por todo el mundo e incrementar su consumo de madera

Comparte

Un mundo más cálido favorecerá las termitas, las ayudará a expandirse  y a ser más activas en su consumo de madera. Esto incrementará aún más el calentamiento global porque se acelerará la descomposición de la madera muerta y se multiplicarán las emisiones de metano y CO2. Así lo señala una investigación internacional con participación del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), la Universidad de Lleida (UdL), el CREAF, el CSIC, Agrotecnio y la Universidad de Alcalá, que acaba de publicar la prestigiosa revista Science. El estudio, liderado por Amy Zanne de la Universidad de Miami (Estados Unidos), reúne a un centenar de investigadoras e investigadores de 22 países de todo el mundo.

Actualmente, las termitas tienen el potencial de colonizar un tercio de la superficie terrestre. Las actuales estimaciones de calentamiento global hacen prever que las termitas se expandan por el mundo de los 39 millones de km2 que existen ahora hasta los 45 millones de km2. “Con estimaciones moderadas de calentamiento climático, a mediados de siglo podemos prever su expansión en las regiones subtropicales (fenómeno conocido como tropicalización), lo que representaría un aumento del 14% de la superficie con una alta actividad de termitas a nivel mundial  alcanzando los 45 millones de km2”, destaca el catedrático contratado de la UdL e investigador de la unidad mixta CTFC-Agrotecnio, José Antonio Bonet.

Por cada aumento de temperatura de 10 ° C, las termitas incrementan 6,8 veces la descomposición de madera

El equipo ha podido comprobar que, por cada aumento de temperatura de 10 ° C, las termitas incrementan 6,8 veces la descomposición de madera. Este hecho tiene consecuencias importantes para el ciclo de carbono. Estos insectos son aún más sensibles a los cambios de temperatura que los microbios y los hongos descomponedores, otros implicados en la eliminación de madera muerta. “Las emisiones de carbono de las termitas durante la descomposición de la madera son 3 veces mayores a las de los microbios, algo que no tienen en cuenta los modelos climáticos actuales basados ​​únicamente en los microbios”, explica el profesor de la UdL y coordinador de la unidad mixta CTFC-Agrotecnio, Víctor Resco de Dios. En la misma línea, el profesor Josep Peñuelas del CREAF-CSIC apunta que “con la subida de las temperaturas, las termitas son tan sensibles que comen mucho más y liberan más carbono de la madera en forma de metano y dióxido de carbono, que son dos de los mayores gases de efecto invernadero en este proceso, así pues, el impacto de las termitas en el planeta podría ser enorme”.

La madera muerta, almacén de carbono

Los bosques contienen aproximadamente 676.000 millones de toneladas de biomasa y la madera muerta es un gran almacén de carbono a nivel global. Los científicos aseguran que la sensibilidad de las termitas y los hongos a la temperatura y las precipitaciones jugará un papel clave en la determinación del equilibrio de carbono de los ecosistemas terrestres, es decir, si se almacena o se pierde a medida que se calienta el planeta.

Las investigadoras y los investigadores han realizado el primer análisis a escala mundial sobre la capacidad de respuesta de las termitas que se alimentan de madera y los hongos descomponedores a los cambios en las condiciones climáticas, replicando un mismo experimento en 133 lugares de 6 continentes. En el caso de los investigadores leridanos, la prueba se ha realizado en los municipios de Tuixent y Ars (Alt Urgell) y en Poblet (Conca de Barberà) y en el caso de los investigadores del CREAF-CSIC en Prades, Garraf, Montseny y Meranges.

MÁS INFORMACIÓN:

Article Temperature sensitivity of termites determines global wood decay rates

Texto: Premsa UdL / CREAF / CTFC

Noticias relacionadas

Noticia
Nou web CREAF
Noticia

El CREAF estrena un nuevo hogar... ¡digital!

Noticia
Memòria CREAF
Noticia

CICLES, el nuevo magazine anual del CREAF

Noticia
Noticia

El incremento de CO2 en la atmósfera puede aumentar las desigualdades en la producción de arroz entre los países ricos y pobres