Los bosques de Cataluña acumulan tanto carbono como el que su población emite en 4,4 años

El nuevo mapa de alta resolución del arbolado de Cataluña, elaborado por el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC) y el CREAF permite determinar las variables biofísicas de los bosques catalanes, como el carbono almacenado, con una resolución 2500 veces más alta que los inventarios forestales tradicionales. Este conocimiento profundo supone un salto cualitativo en la planificación y gestión forestal. Se traducirá en una mejor prevención de los incendios y en el desarrollo de políticas y proyectos medioambientales y de ordenación más efectivos.

“Unos bosques bien gestionados permiten aumentar su capacidad como almacen de CO2. Contribuyen por tanto a la lucha contra el cambio climático. Es por eso que es tan útil disponer de información precisa, como la que ofrecen los nuevos mapas que presentamos hoy, para tomar las medidas más adecuadas para preservar los bosques, en general, y las áreas protegidas, en particular".

Jordi Vayreda, investigador del CREAF

En Cataluña, cada habitante emite anualmente una media de 5,78t de CO2. Hoy, gracias a los mapas de alta resolución de los bosques que han generado el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC), adscrito al Departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio, y el CREAF a partir de datos LiDAR podemos saber que los bosques de Cataluña tienen almacenados el equivalente a 195 millones de toneladas de CO2. Esto corresponde, de media a 4,4 años de emisiones de CO2.

Este dato medio varía en por comarca en función de su cantidad de bosque y población. Por ejemplo, el stock de carbono de los bosques del Pallars Sobirà equivalen a 291 años de sus emisiones. En el caso de la Alta Ribagorça, 129 anys. En otras comarcas como el Pla d’Urgell o el Barcelonés se corresponden a mucho menos de un año de emisiones.

Un trabajo colaborativo

los bosques de Cataluña tienen almacenados el equivalente a 195 millones de toneladas de CO2. Esto corresponde, de media a 4,4 años de emisiones de CO2

El ICGC y el CREAF, con la colaboración del Departamento de Acción Climática, Agricultura y Desarrollo Rural, han presentado la segunda edición de los mapas de alta resolución de los bosques catalanes, que se puede descargar de manera gratuita. Al estar hechos con tecnología LiDAR, permiten trabajar con una resolución 2.500 veces superior a los inventarios forestales tradicionales. Por otro lado, posibilita disponer de los datos más actuales disponibles (en esta edición son datos del 2016-17).

El mapa describe variables como el carbono almacenado, el diámetro de los árboles, su altura o el volumen de madera. Estas son clave para desarrollar y hacer seguimiento de políticas forestales más efectivas. También son fundamentales para analizar cambios e impactos, mejorar la prevención de incendios o diseñar y ejecutar proyectos ambientales.

El CREAF ha desarrollado los modelos para describir cada una de las variables forestales. Lo ha hecho a partir de datos de campo y métricas obtenidas de los datos LiDAR, por parte del ICGC. A partir de estos modelos, el ICGC ha generado y distribuido los mapas de resolución excepcional.

Según Ariadna Just, técnica del ICGC, “La monitorización del territorio que hace el ICGC proporciona herramientas clave para la toma de decisiones. Aportan un conocimiento con una precisión y detalle hasta ahora impensables. En concreto, los datos de LiDAR nos permiten medir la complejidad de las estructuras forestales y proveer información para la generación de aplicaciones de gestión de las masas forestales.

Bosques con una resolución excepcional

Las variables biofísicas se determinan gracias a la explotación de las coberturas LiDAR que realiza el ICGC por todo el territorio catalán. La tecnología LiDAR consta de un láser que emite pulsos de luz infrarroja. El sensor se sube un avión y escanea el territorio. Los pulsos de luz vuelven al sensor después de iluminar la vegetación a diferentes alturas. Estos se transforman en una nube de puntos tridimensionales que permiten obtener información de las características estructurales de las masas forestales.

Con los datos LiDAR actuales se calculan métricas estructurales de la vegetación con una resolución de 20m por 20m. En los inventarios tradicionales los píxeles son de 1.000m. Por ejemplo, hasta hoy, se trabajaba con una única unidad de información para definir de forma genérica toda la Fageda d'en Jordà (Santa Pau, la Garrotxa). Con esta información la toma de decisiones en la gestión del medio natural que daba muy limitada. Con estos mapas se dispone ahora de 25 unidades de información por cada hectárea.

En total se han elaborado diez mapas, uno para cada una de las diez características estructurales básicas que definen un bosque, medidas por cada píxel: altura media, cobertura de las copas, diámetro medio del troco de los árboles, superficie que ocupan los troncos de los árboles, volumen con corteza (m3/hectárea), cantidad de hojas del conjunto de árboles, superficie ocupada por las hojas, cantidad de hojas, ramas y troncos del conjunto de árboles, toneladas de carbono almacenadas por hectárea y la densidad de árboles por hectárea.

Mapas con muchas aplicaciones

Esta geoinformación podrá ser utilizada por varios departamentos e instituciones, en el marco de diversas tareas y proyectos. Por ejemplo, en la simulación de incendios forestales o la predicción de la humedad del suelo. También en la determinación de coeficientes de pasto o estudios sobre la ordenación de fincas públicas. Además, en la redacción de planes forestales municipales o la elaboración del mapa de vulnerabilidad de la sequera en Cataluña.

DESCARGA DE MAPAS: desde la web del ICGC o como Web Map Service (wms).