Muere el ecólogo y botánico catalán a los 98 años.

Pere Montserrat Recoder ha sido una de las más grandes figuras de la botánica y la ecología catalanas. Nació en agosto de 1918 en Mataró y tenía, por tanto, 98 años y medio. Fue discípulo de Font Quer y de M. Losa e hizo la tesis en el Instituto Botánico de Barcelona sobre la Flora de la cordillera litoral catalana entre el Besòs y la Tordera.

Entró en el CSIC en 1953 y se especializó en pastos en Inglaterra. A principios de los 1960, fue al Instituto Nacional de Edafología de Madrid (actual Instituto de Ciencias Medioambientales), donde tuvo mucha relación con Fernando Gonález Bernáldez, que luego se convertiría en jefe de la escuela de ecólogos de Madrid y Sevilla. En 1964 se estableció en Jaca, en el Centro Pirenaico de Biología Experimental fundado por Enrique Balcells, actualmente Instituto Pirenaico de Ecología. Allí creó el herbario más importante que existe sobre flora de los Pirineos.

Ha sido el gran maestro de todos los estudiosos de la ecología, la florística y los aspectos culturales de los pastos ibéricos, autor de medio millar de publicaciones científicas y de divulgación sobre este tema, en las que defendió a capa y espada la ganadería de montaña y sus ideas sobre la importancia y los tipos de gestión más apropiados para este tipo de ecosistemas. Le han sido dedicados unos jardines en Jaca, una veintena larga de taxones y algunos volúmenes de homenaje y ha recibido numerosos reconocimientos. Dos de sus hijos, Josep Maria y Gabriel, han seguido sus pasos en la búsqueda florística y ecológica.

Los que hemos tenido la suerte de conocer a Pere Montserrat añoraremos su bondad generosa, su inagotable entusiasmo en el campo y su maestría y le quedaremos permanentemente agradecidos.