El IPBES publica dos informes para transformar la forma en que nos relacionamos con la naturaleza, conservarla y sobrevivir

El CREAF ha estado presente en la 11ª Asamblea General de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), celebrada recientemente en Windhoek, Namibia. Este encuentro ha marcado un hito con la aprobación del Informe NEXUS y el Informe Transformative Change, que examinan, por un lado, las interrelaciones entre biodiversidad, agua, alimentos, salud y cambio climático, con más de 70 opciones de respuesta para maximizar beneficios colaterales, y por otra, propone una hoja de ruta con acciones para transformar cómo vivimos y retonar el papel de la naturaleza en el centro de nuestra supervivencia.

Desde el CREAF y el Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad de Cataluña, les resumimos los dos informes.

El informe NEXUS parte de una premisa clara: las crisis medioambientales, sociales y económicas están profundamente conectadas. Abordarlas de forma aislada es ineficaz y genera consecuencias contraproducentes. El documento, elaborado por 165 expertos internacionales, incluye estrategias que permiten conservar la naturaleza a la vez que aportan otros muchos beneficios, como la restauración de ecosistemas ricos en carbono, las soluciones basadas en la naturaleza y la promoción de dietas saludables y sostenibles.

Alicia Pérez-Porro, responsable de interacción política y relaciones institucionales del CREAF y representante en la Asamblea del IPBES, ha destacado la relevancia de este informe en la toma de decisiones:

“El Informe NEXUS es un llamamiento a la acción urgente y coordinada. No podemos seguir tratando los problemas como compartimentos estancos; necesitamos enfoques que integren biodiversidad, agua, alimentos, salud y cambio climático. En este marco, la ciencia tiene un papel fundamental para transformar la evidencia en soluciones viables para las políticas públicas.”

El informe subraya que, si no cambiamos el rumbo actual, los costes no contemplados de nuestras actividades económicas podrían ascender a entre 10 y 25 billones de dólares al año. Estos costes no sólo afectan a la biodiversidad, sino que también agravan la inseguridad. alimentaria y la crisis climática, con impactos desiguales que recaen especialmente sobre las comunidades más vulnerables.

"Desde el CREAF apoyamos la implementación de soluciones integradoras que combinen conservación, restauración y sostenibilidad," añade Pérez-Porro. "Es un momento crítico para alinear esfuerzos a escala global."

El informe Transformative Change, elaborado por más de 100 expertos de 42 países, identifica transformaciones fundamentales en los sistemas actuales de valores, estructuras y prácticas como clave para detener y revertir la pérdida de biodiversidad. Estas transformaciones incluyen:

• La adopción de estrategias económicas sostenibles que podrían generar hasta 10 billones de dólares en oportunidades de negocio y 395 millones de puestos de trabajo para 2030.
• La integración de la biodiversidad en sectores clave como la agricultura, la pesca, la ganadería y la urbanización.
• Reformas en los sistemas de gobernanza y la inclusión de perspectivas de conocimiento indígena y local.

El informe enfatiza que los enfoques actuales, basados en un sistema que aglutina la riqueza en unos pocos, que está desconectada de la naturaleza y sólo la domina la naturaleza, y que está centrada en los beneficios individuales y materiales a corto plazo está llevando a la destrucción de la naturaleza. Además, advierte de los riesgos de no actuar a tiempo, incluyendo la posibilidad de cruzar puntos de no retorno en ecosistemas clave como los arrecifes de coral, el Amazonas y las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida occidental.

El informe también señala que la desconexión de las personas con la naturaleza, las desigualdades económicas y el enfoque en beneficios a corto plazo son las principales causas del problema. Para abordarlas, propone cinco estrategias complementarias:

1. Conservar y restaurar sitios de valor biocultural.
2. Transformar sectores económicos que impactan negativamente en la biodiversidad.
3. Promover sistemas económicos que reconozcan el valor de la naturaleza.
4. Mejorar los sistemas de gobernanza para hacerlos más inclusivos y adaptativos.
5. Cambiar las percepciones y los valores humanos para reconocer la interconexión entre personas y naturaleza.

Alicia Pérez-Porro también ha remarcado la utilidad práctica de este informe:

“Este informe es también relevante para identificar qué barreras tenemos que impiden cambios transformadores y una transición justa. Es como una hoja de ruta para combatir las causas de la pérdida de biodiversidad y proponer herramientas útiles para todos los sectores y para la sociedad”, concluye Pérez-Porro.

El informe concluye que el cambio transformador es un desafío complejo pero factible. Requiere la implicación de gobiernos, ciudadanos, sectores privados y organizaciones civiles para construir una visión inclusiva y colaborativa de un mundo en equilibrio con la naturaleza.

La presencia del CREAF en la Asamblea General del IPBES reafirma su compromiso de contribuir al diseño de políticas transformadoras basadas en la ciencia. El trabajo realizado en plataformas internacionales como el IPBES fortalece nuestra misión de conservar la biodiversidad y garantizar un planeta habitable para las personas y el resto de seres vivos.