Una Mediterránea unida por la ciencia puede impulsar la acción climática
El CREAF y la Unión por el Mediterráneo promueven la diplomacia científica para hacer frente a los grandes retos regionales derivados de la emergencia climática. Para ello, han organizado conjuntamente el workshop “Increasing awareness of science diplomacy in the Mediterranean” y han publicado un informe ya disponible en acceso abierto.
¿Qué representa el Mediterráneo? Aquella impresionante masa azul que baña e influye territorios tan diversos tiene muchas caras, fruto de ser escenario histórico de intercambios culturales. De hecho, entre los siglos XIV y XV dio nombre a un pigmento muy preciado, el azul ultramar, que llegaba a Europa desde las minas de lapislázuli de Afganistán por via marítima. Es decir, que provenía de ‘más allá del mar’ –del latín, ultramarinus. Y si miramos más allá, nos encontramos que la ciencia también es un espacio de interacción donde diferentes culturas se reúnen alrededor de intereses comunes: la acción climática, la gestión sostenible de la agricultura y el agua, la economía azul, la contaminación, las energías renovables, la migración, los trabajos y habilidades del futuro y el papel de las mujeres. Estas son algunas de las áreas prioritarias para la Unión por el Mediterráneo (UpM), una organización con 42 estados miembros que apoya la diplomacia científica como herramienta para cooperar entre los países del sur y del este del Mediterráneo y Europa y dar respuestas a los grandes retos de la región. Con el objetivo de dar a conocer las bases de esta nueva disciplina, la UpM y el CREAF han organizado el workshop virtual “Increasing awareness of science diplomacy in the Mediterranean”, que se celebró del 27 al 29 de octubre del 2021. Este evento fue una verdadera demostración de pluralidad, con 100 participantes provenientes de 24 países del Mediterráneo y de áreas tan diferentes como la investigación, la diplomacia, las políticas públicas, la educación, los organismos internacionales y el sector privado.
¿Por qué necesitamos Diplomacia Científica en la Mediterránea?
Este workshop pone el énfasis en la región del Mediterráneo –que se extiende más allá de las costas– porque se considera un punto caliente de los efectos de la crisis climática, con meteorología extrema, escasez alimentaria y de agua, pérdida de biodiversidad, contaminación atmosférica y marina y nuevas amenazas a la salud, entre otros. Podríamos pensar que estos retos caen solo en el terreno científico, pero la ciencia tiene una base de cooperación, políticas, recursos y conocimiento compartidos que requieren una bisagra social; una habilidad para encontrarse, hablar y entenderse, que es lo que ofrece la diplomacia. El CREAF, entidad experta en soluciones basadas en la naturaleza (NBS, por sus siglas en inglés), forma parte de la acción climática en el Mediterráneo occidental con investigación de excelencia, sensibilización social e influencia sobre las políticas públicas. Asociándose con una organización intergubernamental como la UpM, el CREAF contribuye a crear espacios de diálogo donde ciencia, política y diplomacia buscan soluciones multidisciplinarias a los retos globales.
En el Mediterráneo, la diplomacia científica y cultural son dos caras de la misma moneda que, teniendo en cuenta los valores y la identidad compartida de la región, deben trabajar juntas. La cooperación científica puede comportar amplios beneficios: crear confianza, mejorar las capacidades y habilidades, el desarrollo sostenible, la equidad de género y la paz. MARGA GUAL SOLER, Asesora Experta en Diplomacia Científica del CREAF
Diplomacia Científica con voz de mujer
Uno de los aspectos más destacables de la sesión fue el foco sobre el rol femenino en las políticas públicas y en los procesos de decisión en los parlamentos, ministerios e instituciones científicas. Por si los retos regionales que comentábamos antes no fuesen suficientes en sí mismos, se suman, por un lado, el poder inequitativo que sufren las mujeres en las negociaciones y las posiciones de liderazgo y, por otro, el sesgo de género en la investigación científica. Esta carencia de neutralidad de género empeora las crisis geopolíticas, de salud, económicas y ambientales para este sector de la población.
El 80% de la población desplazada por los efectos del cambio climático son mujeres porque su papel en la sociedad hace que sean más vulnerables. Incluso tienen menos probabilidades de sobrevivir a un desastre porque no cogen el camino más rápido para escapar: usan el tiempo de evacuación para buscar a sus niños, padres y madres. Además, también son más propensas a sufrir pobreza y tienen menos poder socioeconómico. ALICIA PÉREZ-PORRO, Coordinadora Científica del CREAF
Para conocer en detalle los temas e iniciativas que se trataron en el workshop, os invitamos a leer el informe completo publicado por la UpM y el CREAF y a reflexionar sobre qué significa la identidad mediterránea compartida. ¿Es clima? ¿Es gente? ¿Es cocina? No es una cuestión de homogeneizar, sino de subir al mismo barco del conocimiento y el entendimiento para hacer frente todas juntas a las crisis regionales que amenazan con hundirnos. El Mediterráneo, un azul que nos une más allá del mar.