El aceite de palma busca reconvertirse en biocarbón
La Universidad de Costa Rica, con el investigador del CREAF y la UAB Xavier Domene como consultor, lidera un proyecto que pretende transformar los residuos contaminantes del aceite de palma en carbón vegetal sostenible.
El aceite de palma es una sustancia muy mediática por su impacto en la salud humana y en la salud de los ecosistemas donde se cultiva. Son muchos los países que ven sus bosques devastados con la intención de sustituirlos por esta plantación más rentable económicamente y sufren los impactos medioambientales. Uno de los casos más conocido es la pérdida progresiva del orangután en Indonesia. Ahora, un equipo científico del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) de la Universidad de Costa Rica ha conseguido fondos para combatir uno de los impacto que este aceite de palma genera en el país: los residuos contaminantes.
En Costa Rica, la producción de palma a 2012 creó unas 245.000 toneladas de residuo de palma que no tenían ninguna aplicación y, por lo tanto, no seguían un sistema de economía circular. A través del reciclaje y la transformación de este residuo en biocarbón -que podrían utilizar como fertilizante- sí se cerraría el ciclo de una manera más sostenible.
El proyecto ha tomado el nombre de "BIOECODES: El BIOcarbón como estrategia de ECOnomía circular, valoración de residuos agroindustriales para la DEScarbonización y la protección de los recursos”, está financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones de Costa Rica y cuenta con la consultoría de Xavier Domene como investigador del CREAF y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.
La líder del proyecto, la Dra. Cristina Chinchilla, explica que "quieren aplicar este biocarbón que proviene del residuo de palma en terrenos de uso agrícola, en especial maíz y frijol, y así aumentar el contenido de carbono del suelo". Asimismo, la iniciativa no olvida que este nuevo compuesto puede tener efectos adversos sobre el medio ambiente y por ello analizarán los impactos que tiene a largo plazo sobre los microbios del suelo, su ecotoxicidad, la producción de lixiviados y la emisión de gases de efecto invernadero.