El Consejero Santi Vila visita los experimentos sobre cambio climático que el MEDACC tiene en el Empordà
El pasado 27 de noviembre en el Parage Natural de Interés Nacional (PNIN) de la Albera (La Jonquera, Alt Empordà), se celebró la jornada de actualización para periodistas "Adaptando el Alt Empordà al cambio climático: agricultura, agua y bosques". El encuentro, que contó con la presencia del Consejero de Territorio y Sostenibilidad en funciones, Santi Vila, reunió un numeroso grupo de profesionales de la comunicación científica que pudieron captar de la mano de los investigadores las medidas de adaptación al cambio climático dirigidas a la agricultura y la gestión de los bosques y del agua.
La jornada, vinculada con el proyecto Life MEDACC, la organizó la Oficina Catalana del Canvi Climàtic (OCCC), junto con el CREAF, el IRTA y el CSIC. El objetivo final del proyecto es comprobar cuáles de estas medidas son las más adecuadas en nuestro territorio para resistir los efectos del cambio climático. Actualmente, en Cataluña hay experimentos en curso en las cuencas de los ríos Segre, Ter y Muga, donde tuvo lugar el encuentro. Según los expertos, la zona del Mediterráneo se verá especialmente afectada por el aumento de las temperaturas debido al cambio climático.
Además, se pronostica un cambio brusco en el régimen de lluvias, con episodios de sequía intensa alternados con otros de lluvias torrenciales.
Por lo tanto, las medidas estudiadas en el proyecto Life MEDACC tienen que destinarse a reducir el agua disponible tanto en medio urbano como en el natural.
En el campo de la agricultura, los experimentos del proyecto han demostrado ahorros de agua alrededor del 10%. Por otra parte, se ha destacado la necesidad de tecnificar el sistema de riego, así como de reducir el abandono de los campos de cultivo, ya que estos pueden tener una capacidad de almacenar carbono superior a la de algunos bosques. Además, el cambio climático obligará a adaptar los cultivos a las nuevas condiciones ambientales, potenciando el ahorro de agua, el cultivo de nuevas variedades y la mejora de los sistemas de poda.
En cuanto a la gestión de las masas forestales, la falta de agua y el riesgo cada vez más elevado de incendio son los dos problemas principales que se prevén. Al cambio climático se le añaden factores que lo propician como la falta de gestión y el abandono de las zonas rurales. Hay que estudiar, pues, cuáles son los bosques más resistentes a la sequía y los incendios, qué preservan mejor el suelo, así como cuáles son las mejores estrategias de gestión forestal, necesarias para hacer frente al cambio climático.
Por último, en materia de agua, se quiere implementar un plan de gestión del sector agrícola integrado plenamente con la conservación del medio ambiente, además de garantizar la plena participación de todos los agentes y usuarios del territorio. Además, es estrictamente necesario contener la cuña salina litoral y potenciar la recarga de la cuenca del Muga, nada fácil si se tiene en cuenta que el río ha sufrido grandes sequías y en 60 años ha perdido el 50% de su caudal.