Mientras se convoquen reuniones y negociaciones a escala global para implementar el Acuerdo de París, hay una parte positiva en las COP
Financiación climática, el reto que se perpetúa en la COP29
Los mecanismos de financiación necesarios para implantar el Acuerdo de París están llamados a ser uno de los principales asuntos de las negociaciones de la COP29 de Bakú (Azerbaiyán), si bien éste es un aspecto clave de todas las cumbres mundiales del clima. Lo es para lograr objetivos de mitigación, de daños y pérdidas, de adaptación y de mercados de carbono, por nombrar algunos. "Se ha bautizado como la COP de la financiación, concretamente vinculada al artículo 6 del Acuerdo de París, y esperamos que sea uno de los resultados positivos", valora Alicia Pérez-Porro, responsable de Interacción política y relaciones institucionales del CREAF, que asistirá a esta cumbre. "También espero que el Global Goal on Adaptation gane notoriedad para dar protagonismo a la adaptación y no quede sepultado bajo la financiación". La adaptación y la mitigación tienen roles críticos en la negociación global que impulsa Naciones Unidas: “hay una tendencia a dar protagonismo a la mitigación, si bien es necesario tener en cuenta también la adaptación. El IPCC y la ciencia lo han dicho bien claro y espero que también gane importancia en las negociaciones de la COP29”, explica Pérez-Porro.
El carácter técnico y de implementación es otra de las características adjudicadas en la COP29: “las negociaciones en cumbres internacionales son un proceso. Hay ediciones donde se produce un paso de tamaños gigantes, pero en otros los pasos son más discretos. Mientras se convoquen reuniones y negociaciones para implementar el Acuerdo de París, existe una parte positiva”.
Póquer de 3 cumbres
Póquer de 3 cumbres
La coincidencia de la COP16 de biodiversidad, la COP29 de clima y la COP16 de desertificación en un período de 6 semanas del último trimestre de 2024 constituye una alerta de que no habrá un futuro sostenible sin un entorno natural sano. Lo que Alicia Pérez-Porro llama una crisis poliédrica. “Debemos ir hacia procesos coordinados regidos por las sinergias, no sólo en las negociaciones sino también desde la ciencia. Impulsar conexiones entre el IPBES y el IPCC y sobre todo concretar los procesos en políticas públicas. Implementar una política pública de cambio climático no puede ir en detrimento de la biodiversidad, por ejemplo. Y hay que tener en cuenta también la polución, los océanos...”.
Además de los mecanismos de financiación, que son clave, sería muy buena noticia que la COP29 impulse y otorgue notoriedad al Global Goal on Adaptation, para dar protagonismo a la adaptación.
Episodios extremos como la DANA que ha azotado recientemente la costa Mediterránea de la Comunidad Valenciana y que también afectan a la costa meridional andaluza y Cataluña ponen sobre la mesa la globalización de esta crisis. Por ello, el trabajo coordinado, las estrategias de adaptación y las políticas públicas deben adaptarse al territorio, en un contexto en constante cambio.
Un país en el punto de mira
Un país en el punto de mira
Como país productor y exportador de petróleo y gas natural, Azerbaiyán se ha puesto en duda como anfitrión de una cumbre orientada a alcanzar consensos para reducir las emisiones de CO₂. Una crítica que ya recibieron los Emiratos Árabes Unidos en la edición anterior, celebrada en Dubai. "No conseguiremos avances hablando sólo con quien se suma a la causa", opina contundente la responsable de Interacción política y relaciones institucionales del CREAF, que ha asistido a diversas COP tanto de clima como de biodiversidad. "Hay que dialogar con personas y estados que son incómodos y poder convencerlos".
La ambición de reducir los combustibles fósiles se incluyó en el texto final de la COP28 de Dubai y la cumbre en curso en Bakú debe ser un paso más adelante. "En las cumbres globales del clima las decisiones por consenso rebajan la ambición, pero la COP29 idealmente debería cumplir expectativas e incrementarla". El hecho de que las tablas de negociaciones incluyan a productores de combustibles fósiles es una oportunidad, porque “los actores que son parte activa del problema deben tomar parte en la solución”.