Life-Polyfarming propone un cambio de modelo agroalimentario totalmente sostenible
Polyfarming es un proyecto de agricultura regenerativa que combina los recursos del bosque, el ganado y los cultivos para recuperar un suelo fértil en zonas de montaña mediterránea. El proyecto, co-financiado por el programa LIFE de la Comisión Europea, lo lideran el CREAF y la granja Planeses, donde se lleva a cabo a escala real.
Las zonas de montaña mediterránea afrontan desde hace años el abandono de la agricultura y la ganadería. Una de las razones es la baja fertilidad del suelo relacionada con la sobre-explotación de la ganadería y la agricultura a lo largo de los años, junto con las condiciones climáticas en estos lugares. El abandono de estas actividades provoca problemas a nivel socio-económico, ya que al reducirse la capacidad de producir cultivos y ganado pueden surgir desigualdades entre territorios. También tiene un gran impacto ambiental: los suelos se degradan con más rapidez, disminuye la biodiversidad de insectos y microorganismos y se pierde la capacidad de almacenar carbono atmosférico. En este contexto, LIFE Polyfarming tiene como objetivo demostrar que combinando los recursos que nos ofrecen el bosque, los cultivos y los animales, podemos consolidar un suelo fértil y rentable a largo plazo de una forma sostenible.
LIFE Polyfarming tiene como objetivo demostrar que combinando los recursos que nos ofrecen el bosque, los cultivos y los animales, podemos consolidar un suelo fértil y rentable a largo plazo de una forma sostenible.
El proyecto está en marcha en Planeses, una finca ubicada en La Garrotxa. La granja está rodeada de bosque, tiene parcelas de prado en la que pastan pollos, conejos y vacas, también dispone de un huerto. Allí, se trabaja en el día a día la gestión agro-silvo-pastoral que propone Polyfarming.
El bosque, un recurso esencial para todas las actividades de la finca
Uno de los productos que se obtiene a partir de las cortas de ramas o troncos del bosque es el biochar. Este carbón vegetal se utiliza en el huerto y en el pasto para mejorar las propiedades físicas del suelo, ya que permite absorber más agua y nutrientes, además, es un refugio para los microorganismos y es capaz de amortiguar los cambios bruscos de temperatura. Antes de utilizarlo, se añade en la cama de los pollitos para que lo enriquezcan con nutrientes y microorganismos.
Las ramas más pequeñas de los árboles sirven para elaborar otro producto, el BRF (Bois Rameal Fragmentée), un compost de alto contenido nutritivo que favorece la proliferación de hongos y bacterias beneficiosos para la tierra. Para hacer BRF las ramas se trituran y se dejan descomponer unos meses en el bosque.
Estas técnicas, además de mejorar la fertilidad del suelo, son una gran oportunidad para mitigar el cambio climático.
Otra de las técnicas que se emplea son los cultivos sobre camas de troncos (Hügelkultur). El método consiste en enterrar troncos bajo el suelo para que actúen como una esponja que retiene agua y microorganismos. Las camas de madera son especialmente útiles en zonas en las que hay escasez de agua.
Estas técnicas, además de mejorar la fertilidad del suelo, son una gran oportunidad para mitigar el cambio climático, tanto para secuestrar en el suelo la gran cantidad de carbono atmosférico que contienen los árboles, como para aprovechar mejor el agua en una situación de sequía que será cada vez más frecuente.
El ganado, una pieza clave para enriquecer el suelo
El manejo del ganado de vacas, pollos y conejos también contribuye a recuperar la fertilidad del suelo. En Planeses se emplea el “pastoreo intensivo programado”, con esta técnica los animales pastan cada día en una parcela diferente y tardan alrededor de 50-60 días en volver a una parcela en la que ya han comido. De esta forma, no dañan los rebrotes de las primeras plantas que se comieron, pero sí mejoran la fertilidad y biodiversidad del suelo con sus excrementos.
Polyfarming apuesta por un huerto de montaña autosuficiente
Este cambio de modelo reivindica la soberanía alimentaria, contribuye a mitigar el cambio climático y recupera la actividad agro-silvo-pastoral en zonas de montaña mediterránea”, reflexiona Marc Gràcia Moya.
El terreno del huerto no se labra para no romper la estructura del suelo y, así, evitar la disminución de la biodiversidad y los nutrientes. Su mantenimiento consiste, por un lado, en un sistema de riego que aporta agua y biofertilizantes y, por otro lado, esparcir biochar y BRF para mejorar las propiedades químicas y físicas del suelo. Los animales pequeños son otra herramienta esencial para la gestión: eliminan los insectos, abonan la tierra y se comen las malas hierbas.
“El sistema Polyfarming es una alternativa al sistema de agricultura y ganadería actual. Este cambio de modelo reivindica la soberanía alimentaria, contribuye a mitigar el cambio climático y recupera la actividad agro-silvo-pastoral en zonas de montaña mediterránea”, reflexiona Marc Gràcia Moya, investigador del CREAF y coordinador científico del proyecto en Planeses.
Planeses está abierta a cualquier persona interesada y ofrece cursos que explican con todo detalle el sistema de Polyfarming. Además, ¡ya os podéis subscribir a su boletín de noticias!