Las fuertes nevadas que se producen en regiones donde no suele nevar, como el litoral y prelitoral catalán, son más graves porque los árboles no están adaptados a soportar el sobrepeso de la nieve. El proyecto Alerta Forestal recoge las imágenes de estos bosques afectados para estudiarlos.

Estos días se esperan fuertes nevadas en toda Catalunya y esto suscita preocupación en el sector forestal. Si la nevada es intensa, en poco tiempo se pueden devastar grandes extensiones de bosque y conllevar pérdidas económicas importantes. En ocasiones, además, si la cantidad de madera muerta es muy elevada puede favorecer que algunos insectos oportunistas, como ciertos escolítidos, ataquen los árboles debilitados y agrave aún más la situación. Las zonas más afectadas serían las cotas medias y bajas, donde no suele nevar y las copas de los árboles no están adaptadas para resistir el peso extra, el cual se acentúa si la nevada es húmeda (nieve mezclada con agua). Los daños más visibles son ramas rotas o, incluso, copas enteras quebradas.

Alerta Forestal es una iniciativa de ciencia ciudadana que recoge las imágenes de los bosques afectados por nevadas, procesionaria, vientos o sequía que envían los usuarios a app.alertaforestal.com. La previsión meteorológica actual hace pensar que la última semana de febrero muchos bosques sufrirán los efectos de la nieve y, por tanto, será necesaria la participación de los ciudadanos en la Alerta Nevada para conocer qué bosques han quedado más afectados.

Hace falta más conocimiento sobre los eventos climáticos extremos

La iniciativa, coordinada por el CREAF y impulsada por la Fundación Bancaria 'laCaixa', pretende recoger datos para indagar cómo los eventos climáticos extremos, como son las nevadas y los vendavales severas, afectan a nuestros bosques. Aún hay cuestiones que no se conocen bien sobre las consecuencias que tienen estos fenómenos sobre los bosques y cómo están cambiando con el cambio climático. La información que la ciudadanía va aportando al proyecto, ayuda a los investigadores a conocer el estado de salud de los diferentes bosques de Catalunya después de los acontecimientos extremos y les permite hacer modelos matemáticos para predecir cómo serán en un futuro.