Participamos en el nuevo Comité Científico que avalará las estrategias de acción climática y transición energética en el Maresme
El Consejo Comarcal del Maresme configura un comité formado por treinta y tres profesionales que asesoran en materia de emergencia climática. Entre estas personas se encuentran las investigadoras del CREAF Mireia Banqué, Annelies Broekman, Eduard Pla y Sandra Saura. La cifra se prevé que incremente, con la intención de configurar un conocimiento óptimo sobre las singularidades del Maresme y que cada vez más expertas aporten su perspectiva en ámbitos como los bosques, la ecología, las inundaciones, geología, hidrogeología, urbanismo, economía circular, etc.
Entre las funciones del comité se prevé dar apoyo, proponer y avalar las estrategias que la comarca puede adoptar para adaptarse ante la situación climática y ambiental. Entre los primeros pasos para hacerlo, se ha acordado una metodología de trabajo con el CREAF y se ha establecido una agenda de reuniones. El pasado 17 de febrero tuvo lugar el primer encuentro de la Mesa de Trabajo para la Adaptación al Cambio Climático (METACC) con el comité científico durante toda una jornada.
La constitución del Comité Científico de El Maresme es muy valiosa. Por un lado, es un claro ejemplo de la necesidad por parte de las administraciones locales de tener conocimiento basados en la evidencia científica, que les permita un mejor diseño de las políticas de gestión del territorio y su implementación. Por otro lado, este comité también pone de manifiesto las ganas que tiene el personal de investigación de ver el impacto en la sociedad de sus estudios. Trasladarlos del ámbito académico y que no queden cerrados en un cajón.
ANNELIES BROEKMAN, investigadora del CREAF
Desde el Consejo Comarcal del Maresme comunican que el objetivo es disponer en cuatro meses de un listado de acciones concretas enfocadas a la realidad de la comarca para iniciar después un proceso participativo con los ayuntamientos. Así, entre todas las instituciones se acabarán priorizando las actuaciones para llegar a 2030 habiendo alcanzado los objetivos de la Unión Europea de reducción de las emisiones de CO2, el incremento del uso de las energías renovables y el aumento de la resiliencia de la comarca a los nuevos escenarios climáticos que se plantean. "Existe el deseo de salir de los eslóganes sobre el cambio climático y entrar en procesos de transformación que puedan realmente reducir la vulnerabilidad local y mejorar la calidad de vida de las personas", explican.