¿Qué es el IPBES?
Perdemos biodiversidad, es innegable, pero, ¿a qué ritmo? ¿Por qué? ¿Cómo nos afecta? Y, ¿qué podemos hacer? La Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES) responde estas preguntas desde su creación en 2012.
El IPBES es un organismo independiente internacional, ligado a la Organización de Naciones Unidas (ONU), que nació para conectar a la comunidad científica y la esfera política con un objetivo compartido: hacer seguimiento de la salud de nuestros ecosistemas –desde el suelo hasta el océano–, de su biodiversidad y de los servicios esenciales que ofrece a la sociedad, como la producción de agua limpia, la regulación del clima, la polinización en agricultura o las actividades recreativas. También evalúa cuáles son las amenazas a las que se enfrenta la naturaleza y las medidas para protegerla.
Todo este conocimiento se plasma en informes periódicos en los que cientos de científicos y científicas, de los casi 140 países miembros que conforman el IPBES, participan como autores. En ningún caso se realiza una investigación propia, sino que los autores revisan miles de trabajos científicos que ya se han publicado sobre el tema.
IPCC e IPBES: dos caras de la misma moneda
El IPBES tiene un homólogo en el campo del cambio climático, el conocido como Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC). Ambos tienen en común que reúnen a expertos y expertas de todo el mundo para llegar a consensos en el campo de la biodiversidad, en el caso del IPBES, y en el campo del cambio climático, en el caso del IPCC.
Además, las dos organizaciones actúan como asesores independientes en las conferencias mundiales que organiza Naciones Unidas, donde se decide el rumbo de las políticas y objetivos medioambientales mundiales. El IPCC es el asesor independiente de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), quienes organizan la próxima COP27, que tendrá lugar en Egipto en noviembre de 2022. Por su parte, el IPBES asesora al Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que organizará la COP15 en Montreal (Canadá) en diciembre de 2022. El CBD forma parte a su vez del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El IPBES asesora al Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que organizará la COP15 en Montreal (Canadá) en diciembre de 2022. El CBD forma parte a su vez del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Una de las estrategias más ambiciosas en materia de biodiversidad se acordó en la COP10 sobre biodiversidad que se celebró en la provincia de Aichi, Japón, en 2010. Allí, los 196 países miembros del CBD firmaron el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. Este plan se dividía en 5 objetivos agrupados en 20 metas conocidas como metas Aichi cuyo fin era mejorar el estado de la biodiversidad a través de varias acciones. Las metas debían cumplirse en el 2020, sin embargo, en la última COP de biodiversidad, la COP14, se constató que de todos los indicadores de Aichi, ninguno se cumplió por completo.
Ocho informes
Los informes de evaluación que realiza el IPBES pueden ser globales, en los que se estudia la biodiversidad, los servicios de los ecosistemas y sus interrelaciones a escala mundial; regionales o subregionales, que se focalizan en áreas geográficas concretas y permiten tomar acciones a nivel más local; temáticos, en los que se evalúa un tema específico, por ejemplo, la polinización y la producción de alimentos, la degradación y la restauración de la tierra; o metodológicos, que incluyen los modelos de predicción disponibles y otras herramientas para evaluar el presente y el futuro de la biodiversidad.
Una vez preparados, los informes se presentan en plenarios anuales. Desde su fundación se han completado un total de ocho informes. En el noveno encuentro, que se celebra en Bonn desde el 3 de julio hasta el 11 de julio del 2022, se presentan los dos nuevos informes ‘Uso sostenible de las especies silvestres’ y ‘Valores y la valoración de la naturaleza’.
Lluís Brotons, investigador del CSIC en el CREAF y Alicia Pérez-Porro, coordinadora científica del CREAF, asistirán como observadores a la presentación de ambos informes.
La importancia de los polinizadores
El primer informe que publicó el IPBES fue ‘Polinizadores, polinización y producción de alimentos’ en 2016. El documento subrayaba que el declive actual que sufren las abejas y otros polinizadores ponen en peligro la producción mundial de alimentos, e incluía los motivos de esta disminución y las posibles soluciones. En este informe colaboró como autor Jordi Bosch, investigador senior del CREAF.
Futuros escenarios
En 2016 también se publicó el informe ‘Hipótesis y modelos de biodiversidad y servicios ecosistémicos’ que se centra en el uso de modelos predictivos para pronosticar el futuro de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos bajo diversos escenarios probables. Lluís Brotons, investigador del CREAF y profesor del CSIC, fué autor i chair de este informe.
Pensar en global, actuar en local
Dos años después, en 2018, publicaron cuatro informes que ponían el foco en regiones y subregiones de África, América, Asia-Pacífico y Europa y Asia Central. En cada uno de ellos se explica por qué es importante la diversidad biológica de estas zonas, cuál es su estado, las amenazas y la proyección futura, así como las políticas y estructuras de gobernanza que pueden llevar a un futuro más sostenible. Lluís Brotons, investigador del CSIC en el CREAF, participó como autor del informe regional de Europa y Asia Central.
Restaurar el suelo
En 2018 también se difundió un informe que documenta la degradación que ha sufrido la tierra, junto con las medidas para restaurar su biodiversidad, evitar la erosión y regenerar el ecosistema del suelo.
Perdemos biodiversidad a un ritmo acelerado
El último informe ‘Evaluación global de la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas’ se presentó en 2019. En él se alerta sobre un declive de biodiversidad sin precedentes. En concreto, señala que un millón de especies, de los ocho millones de especies animales y vegetales existentes, están amenazadas de extinción y muchas de ellas podrían desaparecer en apenas unas décadas si no se toman medidas urgentes y efectivas.
Dos nuevos informes
Los dos nuevos documentos ‘Uso sostenible de las especies silvestres’ y ‘Valores y la valoración de la naturaleza’, se harán públicos el próximo lunes 11 de julio.
Los dos nuevos informes del IPBES ‘Uso sostenible de las especies silvestres’ y ‘Valores y la valoración de la naturaleza’, se harán públicos el próximo lunes 11 de julio.
El primero cuenta con 83 autores de 33 países diferentes y la revisión de 6200 trabajos científicos. Este nuevo informe aglutina propuestas para frenar la extinción de especies.
El segundo lo han elaborado 82 expertas y expertos, de 47 países diferentes, que han revisado más de 13000 trabajos científicos. En él se explican los valores de la naturaleza y sus beneficios desde el prisma de diferentes culturas y colectivos, que pueden incluir servicios, como la producción de agua y aire de calidad, un medio para cultivar alimentos o extraer materias primas, reservorio de CO2, etc. Pero, además de esto, la naturaleza como espacio de bienestar humano, porque, ¿qué pasaría si no pudieras respirar en un bosque? ¿O sumergirte en el océano y observar su vida? Con este informe se pretende poner precisamente el valor de la naturaleza y su riqueza en el centro de las acciones y elecciones políticas.
El vínculo entre el clima y la biodiversidad
Clima y biodiversidad están profundamente conectados y, por tanto, los cambios que se producen en uno afectan al otro. Por ejemplo, un ecosistema biodiverso y rico es más resiliente al cambio climático, de la misma manera que un aumento de temperatura puede provocar la muerte de los corales.
Por este motivo, el IPBES junto con el IPCC organizó en 2020 un taller conjunto con 50 de los principales expertos y expertas mundiales en biodiversidad y clima. El objetivo era comprender mejor las sinergias y compensaciones entre la protección de la biodiversidad y la mitigación y adaptación al cambio climático. Fue la primera colaboración entre estos dos organismos mundiales y los resultados los sintetizaron en este informe.
Desde el CREAF un ejemplo de investigación que reconoce y estudia el vínculo entre clima y biodiversidad es la que lleva a cabo Jofre Carnicer, uno de los autores del último informe del IPCC, investigador del CREAF y profesor de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB). En particular, su investigación se centra en los microclimas o refugios climáticos, espacios con un clima y unas características de biodiversidad únicas que los hacen más resilientes a los efectos del cambio climático.
Un IPBES catalán
En Catalunya, el nuevo Observatori del Patrimoni Natural i la Biodiversitat, emula el formato del IPBES mundial y está empezando a caminar este 2022. Este espacio de colaboración ya reúne a diez entidades científicas del ámbito de la biodiversidad y el estudio de la naturaleza. Estas organizaciones están trabajando conjuntamente con las administraciones claves en gestión del patrimonio natural para aportarles información científica de referencia que sirva para mejorar las políticas de conservación. Además, este Observatorio ya publicó en 2020 el informe sobre el estado de la naturaleza en Catalunya. El Departamento de Acción Climática de la Generalitat de Catalunya impulsa este gran proyecto que coordinan sus dos centros de investigación de referencia, el CREAF y el Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya, el CTFC.