¿Qué es el IPCC?
¿Qué está pasando? Es invierno y tienes la sensación de que cada año es más cálido. Lees las noticias y parece que aumentan los eventos extremos: incendios frecuentes, inundaciones, sequías severas, etc. El cambio climático no es un problema del futuro: ya vivimos sus efectos. Pero, ¿cómo conocer su alcance en las diferentes regiones del mundo? ¿Nos podemos adaptar? ¿Podemos frenarlo o reducir sus efectos? Estas son algunas de las cuestiones que responde el IPCC.
El conocido como IPCC corresponde con las siglas del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático. La iniciativa fue impulsada por la organización World Meteorological Organization (WMO) junto con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 1988. Su objetivo es proporcionar a los gobiernos evidencias científicas sobre los efectos del cambio climático y facilitarles el desarrollo de políticas de adaptación y mitigación. Para conseguir la máxima información objetiva, la participación en el IPCC está abierta a todos los países Miembros de la organización WMO y Naciones Unidas y actualmente cuenta ya con 195.
Su objetivo es proporcionar a los gobiernos evidencias científicas sobre los efectos del cambio climático y facilitarles el desarrollo de políticas de adaptación y mitigación. Para conseguir la máxima información objetiva, la participación en el IPCC está abierta a todos los países Miembros de la organización WMO y Naciones Unidas y actualmente cuenta ya con 195.
¿Qué diferencias hay entre ‘adaptación’ y ‘mitigación’? ¿Por qué lo consideran por separado? La adaptación abarca las medidas que necesitamos para ajustarnos a los efectos actuales y futuros del cambio climático. Por ejemplo, implementar nuevas formas de agricultura en un contexto en el que cada vez habrá más sequías o la planificación y gestión de los recursos naturales. En cambio, la mitigación se refiere a implementar acciones para que los efectos del cambio climático sean menos graves, por ejemplo, evitar o reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
El IPCC no lleva a cabo una actividad de investigación propia, sino que basa su labor en la evaluación de una selección de miles de publicaciones y trabajos científicos sobre el cambio climático. Todo el conocimiento lo sintetizan cientos de científicos y científicas voluntarias a través de informes que se actualizan periódicamente. Esta comunidad científica la conforman personas expertas en varios ámbitos, desde el científico hasta el socioeconómico.
Los informes del IPCC también tienen un vínculo con la diplomacia científica. Es decir, influyen en políticas exteriores y acuerdos internacionales. Por ejemplo, el quinto informe aportó evidencias científicas sobre el cambio climático antrópico y esto derivó en el Acuerdo de París de 2015.
Cinco informes hasta el momento
Desde el 88, el IPCC ya ha elaborado cinco informes. Ahora trabajan en la publicación del sexto, que se divide en tres partes. La primera se publicó en agosto de 2021 y recoge las bases físicas del cambio climático. La segunda se centra en los impactos del cambio climático, adaptación y vulnerabilidad, y se desveló el pasado 28 de febrero. La tercera parte se difundirá en unos meses y sintetizará la mitigación del cambio climático.
El IPCC también ha publicado tres documentos especiales en paralelo al sexto ciclo de evaluación. En 2018, publicaron uno que alertaba sobre los impactos del calentamiento global, que es de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. En 2019, publicaron otro informe especial que abordaba temas como la degradación de los suelos, la seguridad alimentaria y el flujo de los gases de efecto invernadero en los ecosistemas terrestres. Más recientemente, en 2020, difundieron otro sobre los efectos del cambio climático en el océano y la criosfera, la parte de la corteza terrestre en la cual se forma el hielo.
Sexto ciclo de evaluación, ¿cuáles son las conclusiones?
La primera parte combinó las pruebas físicas más recientes sobre la crisis climática, incluyendo, entre otros, estudios paleoclimáticos, observaciones y simulaciones climáticas globales y regionales. ¿El resultado? Demuestra que el cambio climático es generalizado, rápido y se está intensificando a causa de la actividad humana.
En cuanto a los resultados de la segunda parte advierte que si no se reducen las emisiones en las próximas décadas y se supera temporalmente el nivel de calentamiento establecido en el Acuerdo de París (1.5 ºC), se producirán impactos graves, algunos de los cuales serán irreversibles. La cuenca mediterránea es una de las zonas que puede sufrir más consecuencias, entre otras, fuertes sequías y subida del nivel del mar.
Esta nueva entrega la han preparado 270 científicos y científicas de 67 países diferentes. Incluye 18 capítulos que abordan el impacto, las vulnerabilidades y la adaptación al cambio climático en varios ámbitos, ecosistemas y continentes. Entre los capítulos se incluyen el análisis de los ecosistemas terrestres y de agua dulce; ecosistemas oceánicos y costeros; ciudades e infraestructuras, pobreza y desarrollo sostenible; gestión de riesgos, etc.
El informe también relaciona la pérdida de biodiversidad con el cambio climático, gracias al trabajo, en parte, de Jofre Carnicer, autor del IPCC, investigador del CREAF y profesor de la Universitat de Barcelona-IRBIO. En concreto, el autor alerta en sus estudios más recientes de que las predicciones de los impactos del cambio climático en la biodiversidad no son fiables si no se tienen en cuenta los microclimas o los refugios climáticos.
Puedes leer la noticia completa sobre esta investigación aquí.