La ciencia ciudadana, reforzada gracias a Ground Truth 2.0 y su metodología
Crear y validar una metodología para generar observatorios de ciencia ciudadana es el hilo conductor del proyecto europeo Ground Truth 2.0, que ha trabajado con 4 observatorios en Europa (Bélgica, España, Países Bajos y Suecia) y 2 en África (Kenia y Zambia ) en condiciones operativas reales.
El proyecto se ha cerrado recientemente y ha demostrado sus beneficios sociales, económicos y tecnológicos a escala global, con una metodología de diseño flexible ajustada a las circunstancias locales. Uno de sus resultados finales donde el CREAF ha participado más activamente es una herramienta para determinar la calidad de los datos de ciencia ciudadana integrada en un navegador de mapas, que incluye los datos recogidos por la mayoría de los observatorios gracias a la implementación de estándares internacionales geoespaciales.
El proyecto está financiado por Horizon 2020 y ha intervenido el grupo de investigación Grumets –con participación de Joan Masó, investigador del CREAF, Ester Prat y Núria Julià, técnicas de investigación del CREAF–, además de Joan Pino y Corina Basnou, también investigadores del CREAF, y el grupo BEEMed Biodiversidad y Evolución en Ecosistemas Mediterráneos. Ha contado con la coordinación de Uta Wehn, del IHE Delft Institute for Water Education.
Ground Truth 2.0 demuestra que se puede potenciar el intercambio de conocimiento para tomar decisiones y defender cambios en las políticas públicas o el estilo de vida de las personas. Los observatorios de ciencia ciudadana contribuyen a conectar la observación de la Tierra con la ciudadanía y con los organismos de toma de decisiones.
Se ha trabajado mediante el co-diseño de observatorios ambientales y se han reunido ciudadanos, científicos y responsables de políticas, en un proceso de codificación que ha tenido en cuenta necesidades individuales y colectivas.
La metodología desarrollada se ha trabajado mediante el co-diseño de observatorios de observación ambiental de manera iterativa con las partes involucradas y ha reunido ciudadanos, científicos y responsables políticos en un proceso de codificación a partir de necesidades individuales y colectivas. Se ha apoyado en un innovador servicio web para comparar cartografía de usos del suelo en base al Open Street Map y ha involucrado activamente a la ciudadanía para recoger y utilizar indicadores ambientales sobre flora y fauna, disponibilidad y calidad del agua, calidad del aire, el estrés por calor, condiciones climáticas locales, gestión del territorio y recursos naturales.
Para garantizar el desarrollo de los 6 observatorios se ha trabajado con pequeñas y medianas empresas, ONG, administraciones, equipos de investigación y académicos y se han aprovechado sinergias con iniciativas como GEOSS, INSPIRE y los proyectos similares GROW, SCENT y LANDSENSE.
La observación de la tierra (Earth Observation, EO) contribuye a proporcionar información consistente sobre el cambio climático, la salud del planeta y el impacto de la actividad humana, entre otros.
Si bien la investigación de Ground Truth 2.0 ha finalizado, algunos de los observatorios ciudadanos continúan activos y el consorcio del proyecto está haciendo un compendio de su enfoque para futuras iniciativas de base, junto con herramientas de capacitación y demás material educativo.
Ciencia ciudadana basada en la comunidad
En Cataluña, Ground Truth 2.0 ha hecho posible un convenio entre el CREAF y el Servicio Meteorológico de Cataluña para mantener el observatorio de ciencia ciudadana Ritme Natura.
Los observatorios ciudadanos son sistemas de información y seguimiento ambiental basados en la comunidad, que invitan a las personas a compartir sus observaciones. Siguiendo la metodología de Ground Truth 2.0, los ciudadanos se reunieron para discutir los datos específicos que les interesaban, y el proyecto les ayudó a generar datos sobre la calidad y cantidad del agua, la calidad del aire, el estrés por calor, las condiciones climáticas locales y los informes de vida silvestre.
En Cataluña, Ground Truth 2.0 ha hecho posible un convenio entre el CREAF y el Servicio Meteorológico de Cataluña para mantener el observatorio de ciencia ciudadana Ritme Natura.