La población actual de mariposas de Barcelona es homogénea y empobrecida, pero hay margen de mejora realizando una gestión del verde urbano que tenga en cuenta la conectividad entre parques. En la capital catalana, las especies de mariposas más escasas son las que tienen menos capacidad para viajar y las más exigentes en lo que respecta a la dieta. El estudio se ha realizado íntegramente analizando los datos de dos proyectos de ciencia ciudadana en Cataluña: el Observatorio ciudadano de mariposas urbanas uBMS y el Plan de seguimiento de ropalóceros de Cataluña CBMS.