El CREAF contribuye a que Cataluña sea un buen ejemplo de lucha contra el cambio climático

El 'Grupo del Clima - Alianza de Estados y Regiones' destaca Cataluña como ejemplo en ámbitos como el transporte, la eficiencia energética, la gobernanza, y la adaptación y la resiliencia al cambio climático. Estos dos últimos son puntos en los que el CREAF participa activamente, colaborando con la Estrategia Catalana de Adaptación al Cambio Climático y coliderando el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático.

En 2005 se creó The Climate Group – States & Regions Alliance, una coalición internacional que engloba más de un centenar de marcas, empresas e instituciones internacionales, y gobiernos regionales. Es uno de los agentes a nivel mundial con más impacto e influencia en el debate sobre el clima. También participa activamente en propuestas de desarrollo de políticas y estrategias de desarrollo sostenible. El Grupo del Clima trabaja sobre todo a nivel subestatal y regional para lograr una acción global que ayude verdaderamente a reducir el cambio climático.

La Generalitat es un miembro destacado y el Climate Group destaca ciertos aspectos por los que Cataluña es un buen referente. Concretamente alaba los incentivos al transporte híbrido y eléctrico; el objetivo de reducción de las emisiones de CO₂ un 40% para el año 2030, y un 80% del conjunto de gases de efecto invernadero para el 2050; la Estrategia catalana para la renovación energética de edificios; la adaptación y resiliencia con la Estrategia catalana de adaptación al cambio climático (ESCACC); y la participación y ayuda activas en la toma de decisiones a través de la investigación, gracias al proyecto del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC).

¿Cómo el CREAF participa en las estrategias de adaptación y resiliencia al cambio climático?

El CREAF tiene varios proyectos relacionados con la adaptación al cambio climático, especialmente relacionados con bosques y agua, y que coordina junto con la Oficina Catalana del Cambio Climático (OCCC). Son en general proyectos que ofrecen a agentes políticos y gestores la posibilidad de trabajar sobre una base sólida de conocimientos y datos científicos..

En 2013 se publicaban los resultados de CANVIBSOC, una recopilación de información científica destinada a técnicos y gestores que evaluaba la vulnerabilidad de ciertas especies forestales ante el cambio climático. Este proyecto permitió detectar puntos donde existía una falta de información, sobre todo aquellos referentes a ciertas especies vegetales y el riesgo que suponen las plagas forestales. Además, destacó que especies como el haya y el pino albar podrían verse gravemente afectadas por sequías e incendios vinculados al cambio climático, perturbaciones a las que la encina y el pino carrasco serían las más resistentes.

A raíz de estos resultados y para valorar qué supondría esta pérdida y modificación de ciertos bosques, surgió ForESmap. Este proyecto, presentado el pasado 1 de abril, es una colección de mapas que valoran la cantidad y calidad de los servicios ecosistémicos a nivel municipal para toda Cataluña. Conocer cuáles son los beneficios que ofrecen los bosques debe ser clave para una mejor gestión y ordenación del territorio. Por eso, ver cómo cambian a lo largo del tiempo estos servicios ecosistémicos, cuál es su tendencia, es uno de los próximos objetivos del proyecto. Y, de hecho, se usarán los mapas generados para los Planes de Ordenación de Recursos Forestales (PORFs), una herramienta de gestión forestal del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.

Además, en 2014, el CREAF y la OCCC publicaron el informe técnico C-BOSC sobre los stocks de carbono y la capacidad de sumidero de los bosques actuales. Ésta era una herramienta destinada a la mitigación de los efectos del cambio climático, a partir de las proyecciones para el año 2050 según dos escenarios futuros, uno optimista y otro pesimista.

Actualmente, además, hay en marcha el proyecto Life-MEDACC, que estudia diferentes medidas innovadoras de adaptación al cambio climático. Para ello monitoriza y experimenta con zonas boscosas de las cuencas del Segre, Muga y el Ter. A través de diversas estrategias de gestión forestal se quiere evaluar su eficiencia y su capacidad para ayudar al ahorro y gestión del agua en los sistemas agroforestales y urbanos de las próximas décadas.

El CREAF participa en la gobernanza

Finalmente, a partir de 2010 se puso en funcionamiento el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático, con la voluntad de coordinar las ocho grandes regiones pirenaicas. De esta manera se pretendía poner en común y unificar el conocimiento previo en materia de agua, bosques, biodiversidad, clima y riesgos naturales. Además, se publicó un Informe de Adaptación al Cambio Climático, uno de los objetivos principales del OPCC. Con la elaboración del informe se pretendía hacer una recopilación de estrategias de adaptación existentes para sistemas montañosos, que fueran aplicables a los Pirineos, con recomendaciones y consejos destinados a los diferentes órganos gestores.