El CREAF participa en la IX Trobada d'Estudiosos del Montseny

Investigadores e investigadoras del CREAF han participado durante la jornada del jueves en tres de las ponencias de este encuentro. La reunión sirve para intercambiar experiencias, y a partir de los estudios presentados incrementar el conocimiento y sumar sinergias en favor de la conservación del patrimonio natural y cultural del Montseny.

El Teatro de la Garriga - El Patronat ha acogido durante los días 17 y 18 de noviembre la IX Trobada d'Estudiosos del Montseny, unas jornadas que sirven para exponer investigaciones llevadas a cabo en el ámbito del Parque Natural del Montseny. Estos encuentros, organizados por las diputaciones provinciales y la Red de Parques Naturales, también se celebran en otros parques naturales como los de Sant Llorenç, Garraf, la Serralada Litoral y el del Foix, siendo la del Montseny la más antigua, se organiza cada cuatro años desde 1986, y la que cuenta con más ediciones, este año la novena.

Estos estudios son una pieza fundamental para el Plan de Conservación del Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Montseny, aprobado en 2014, que utiliza esta información rigurosa y objetiva para mejorar la gestión y conservación del patrimonio natural y cultural de este espacio.

Así, este Encuentro de Estudiosos del Montseny ha servido para presentar más de una cincuentena de trabajos y comunicaciones (37 el jueves, y 15 el viernes) agrupados en temáticas como la gestión del espacio natural, historia y etnografía, ecología , espacio público y educación ambiental, climatología, vegetación, fauna y patrimonio. Precisamente son éstas tres últimas las categorías que más se han estudiado históricamente en el Montseny, según explicaron Jordina Grau y Josep Melero, del departamento de Gerencia de Servicios de Espacios Naturales de la Diputación de Barcelona.

El primer investigador del CREAF en intervenir ha sido Marcos Fernández Martínez, quien ha presentado el estudio ecológico Proyecto fuentes: estudio de las comunidades de briófitos de las fuentes, un proyecto formado por voluntarios y encabezado por la Delegación de la Serralada Litoral Central (ICHN). Éste es un proyecto en el que otras personas del centro participan, como Ferran Sayol, Guillem Bagaria, Irene Fraile, Catherine Preece y Francesc Sabater. Este estudio, llevado a cabo sobre todo en fuentes del Montseny y las Guilleries, pero también en puntos del Lluçanès, Maresme, Ripollès, o la Garrotxa, pretende determinar la calidad del agua de las fuentes y la relación que pueda haber con la diversidad y cantidad de especies de briófitos (mayoritariamente musgos) que viven cerca del agua.

"Estudiamos las fuentes porque tienen un valor histórico, cultural e incluso, a algunas de ellas, antiguamente se les atribuía un valor medicinal. Y también sobre todo porque a su alrededor se dan unas condiciones de humedad difíciles de encontrar en otros lugares del bosque, y eso hace que sean puntos calientes de biodiversidad", ha explicado Marcos. A lo que ha añadido que han escogido los briófitos porque "para que la investigación ecológica sobre briófitos todavía está muy verde, y también porque son buenos indicadores de la calidad del agua y el aire".

Para valorar la calidad del agua que mana, han medido variables como la conductividad, el pH, algunos de los iones presentes y la cantidad y diversidad de especies de briófitos presentes en la fuente. Los resultados de momento muestran que "el agua de las fuentes del Montseny y Guilleries está mayoritariamente limpia", los niveles de nitratos son bajos y cada fuente tiene de media unas tres especies de briófitos habitándola.

Posteriormente, Adrià Barbeta, ha expuesto el Estudio dendroecológico los abetos (Abies alba L.) del valle del Sot dels Avets en Vallforners, en el que también ha participado Josep Peñuelas, investigador CSIC en el CREAF. A partir del registro histórico de datos, se ha visto que la temperatura media en el Montseny ha aumentado cerca de 2 ºC durante los últimos 25 años del siglo XX, y que la precipitación ha disminuido. Esto hace pensar que ciertas especies puedan cambiar su área de distribución en el futuro. Pero lugares como el Montseny son refugios climáticos, lugares con condiciones ambientales diferentes de las del área que los rodea, y por tanto especies como los abetos es posible que puedan sobrevivir en ellos.

El abetal de Vallforners es la más meridional de toda la Península Ibérica, y por ello es un buen caso de estudio para entender cómo el aumento de temperatura y la menor precipitación pueden afectar esta especie propia de lugares frescos y húmedos. El estudio de momento ha mostrado que, a pesar de los 2 ºC de incremento de la temperatura media, estos abetos no han reducido su crecimiento, probablemente porque todavía son jóvenes la mayoría de ellos. Sin embargo, sí se ha visto que pueden ser especialmente sensibles a veranos muy secos y cálidos, y que en años fríos y húmedos estos árboles crecen más. Esto hace pensar que si el cambio climático continúa en la misma línea, los abetos de Vallforners y del Montseny sí se verán claramente afectados.

Finalmente, ya durante la sesión de la tarde, Anna Àvila ha abierto el bloque de climatología exponiendo el estudio que ha hecho junto a Marcos Fernández Martínez: El cambio climático en el Montseny: análisis de las tendencias de variación de la temperatura el aire y el agua en el valle de La Castaña en las tres últimas décadas. Este estudio es una recopilación de datos disponibles sobre temperatura del aire y del agua de arroyos gracias a investigaciones y registros que se llevan haciendo en la zona de La Castaña y en todo el Montseny desde 1978.

Aunque el estudio constata el incremento de temperatura en todo el Montseny, en la zona concreta de La Castaña sólo se ha podido demostrar que las temperaturas mínimas han aumentado, no así las máximas ni la media. Anna Àvila ha explicado que inicialmente creían que la temperatura del agua habría aumentado, ya que debería ir relacionada con el aumento de la temperatura del aire observado y la reducción de las lluvias. Pero "sorprendentemente la temperatura del agua estos años ha ido bajando, ¡no nos lo esperábamos para nada!", ha comentado. Esto hace que, según la investigadora, de momento podamos estar relativamente tranquilos, ya que un aumento de la temperatura del agua podría ser crítico para ciertas especies, algunas tan emblemáticas, por endémica, como el tritón del Montseny.