Los captadores de niebla son una esperanza para llevar agua a las zonas más aisladas del mundo
En la Isla de El Hierro, en Canarias, el agua es un bien escaso y sus habitantes se las han tenido que ingeniar para conseguirla a lo largo de la historia. Una de las maneras más antiguas era el árbol Garoé (Ocotea foetens), que, como otros árboles que viven rodeados de niebla y humedad, atrapa las pequeñas gotitas de agua, así, la población almacenaba las gotas que caían desde las hojas en un pozo.